CAPITULO 1

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Después de que cayeron las ultimas bombas en la aldea, la soledad se hizo notar, los pájaros ya no cantaban como lo hacen habitualmente; me he ocultado en el sótano de mi casa con Larry mi mejor amigo, es un pastor collie, es muy valiente y siempre está a mi lado, sin embargo, en estos momentos esta bastante hiperactivo, es  difícil mantenerlo calmado con el gran impacto que el sonido de las bombas ha dejado. Tengo seis años de edad; cuando empezaron con el ataque mis padres se quedaron en el primer piso de la casa porque no encontraban a mi hermana, ella es mayor que yo pero no puede caminar, usa una silla de ruedas para ir al bosque a recoger bayas y así lo hizo esta mañana como todos los días, aunque no regreso cuando comenzaron a sonar las bombas, por tanto mis padres se quedaron buscándola.

Estoy afuera del sótano porque ya no suenan más bombas, cuando salgo solo logro ver las cenizas que cubren todo el lugar, mi casa ya no existe.

Corro a buscar a mis padres, pero únicamente consigo ver sus cuerpos cubiertos de cenizas y de sangre; mis pies están quietos y todas mis sonrisas ahora son solo lágrimas, los abrazo con fuerza pero mis padres no me responden, han muerto.

Mi última esperanza por encontrar a alguien vivo es un fracaso, nadie ha sobrevivido, la aldea se ha convertido en solo cenizas, los arboles que rodeaban la carretera han desaparecido solo quedaron las hojas que perdieron su color verde, ahora son negras un color triste, un color sin vida. Toda la aldea ha desaparecido creo que los únicos que sobrevivimos a el ataque fuimos Larry y yo; Larry es ahora lo más valioso para mí y lo protegeré de cualquiera que intente hacerle daño.

Los días pasan y la soledad es cada vez más insoportable, Larry se acuesta a mi lado, el es el único que puede tranquilizarme cuando mis lagrimas se hacen visibles, su compañía es mi fortaleza mas grande.

Una mañana nos decidimos escapar al bosque que se volvió cenizas y oímos a lo lejos unos fuertes gritos de una niña, ella gritaba como si algo le estuviera pasando solo decía ¡AYUDA, HAGAN ALGO!, cuando descubrí que esos fuertes gritos eran de mi hermana que se había caído de su silla de ruedas, me paso un corrientazo por todo mi pequeño cuerpo, pero, lo que más me sorprendió fue que sus piernas y su pecho estaban siendo aplastados por un gran árbol, su rostro está totalmente cubierto por hojas secas, no sé cuánto tiempo ha pasado exactamente, solo sé que si no la saco ahora la perderé para siempre; me arrodillo a su lado para quitarle todas esas hojas acariciándole el rostro , mi hermana estaba muy feliz pero su cara cambio rápidamente y alzo su brazo señalando detrás de mí, volteo mi cabeza y veo a un hombre muy serio con una mirada fría pero me intenta ayudar a quitarle de encima el árbol a mi hermana, pasamos dos horas intentándolo hasta que ella me cogió la mano y me sonrió para dar su último respiro.

Mis padres y mi hermana han fallecido y lo único que tengo es a Larry, este hombre parece ser de confianza me ha invitado a su casa, las bombas no llegaron a ella, así que aceptare su hospitalidad. Cuando entramos a su casa veo a una hermosa mujer ella es su esposa, tienen dos hijos, el menor tiene seis meses de nacido y el mayor tiene mi edad, creo que se llama Andriu, está detrás de una silla escondido aunque no parece muy alegre al verme, me mira con fastidio aun cuando no sé porque.

Los días en esta casa se han convertido en meses y he visto cosas nuevas para mí, ellos no comen con cubiertos, sus manos son sus cubiertos, hay noches que toda la familia se va y me dejan sola con Larry y vuelven dos días después, hay veces que pienso en mis padres, me da mucha tristeza pero ellos me hacen recordar que ahora los tengo a ellos y a mi Larry, los cuidare porque ellos me protegieron.

Diez años han pasado rápidamente y me he vuelto una muchacha muy curiosa y no he perdido mi nobleza, Larry también está muy grande y fuerte, los dos somos un maravilloso equipo, mi relación con esta familia es muy bonita, tanto que les digo mamá y papá, desde que los encontré soy muy feliz, aunque no he olvidado de donde vengo, ni a mis padres, ni a mi hermana, todas las noches sueño que estamos juntos jugando en la pradera que estaba al frente de nuestra casa.

Mi relación con Andriu ha mejorado mucho es muy amable y divertido, pero hay días que me evita, se esconde de mí, no me ha querido decir la razón porque según él yo huiría de esta casa.

Me he levantado temprano y me voy con Andriu al bosque a recolectar bayas, de un momento a otro me coge el brazo muy fuerte y me lanza al lado de un tronco que está en el suelo, no entiendo porque lo hizo, el no se comporta así conmigo, pero cuando logro alzar la mirada para verlo, veo como una flecha le cruza el pecho, el ataque iba dirigido a mí, pero él me salvo, él me protegió.

No hago otra cosa que mirar su rostro, tengo mucho miedo de perderlo ¡NO A ÉL! El me mira con una sonrisa se jala la flecha para sacarla de su pecho y me abraza, su cuerpo está débil, debemos llegar rápido a casa para que mamá lo cure, lo cojo del brazo y lo cargo lo más rápido para llevarlo a casa, mientras Larry se va en busca del que lanzo la flecha. Cuando llegamos a casa lo entramos a una habitación, pero papá y mamá me sacan y no me dejan ver a Andriu; después de dos dolorosas semanas, no sabía qué hacer, la preocupación de perderlo fue tan grande, que me quedaba después de comer sentada en la puerta por si necesitaba algo, pero nunca llamo a nadie. Cuando por fin llega el día de volver a verlo, me dan muchos nervios mi corazón está inquieto y cuando lo veo está durmiendo, me siento a su lado, le acaricio el rostro y despierta, sin mas me pregunta con una sonrisa en su rostro:

-¿Dónde está Larry, lo atrapo?

-sí, Larry trajo con él un símbolo de  las bombas que lanzaron a mi casa hace años, creo que me han reconocido y me quieren eliminar como hicieron con mi gente.

Andriu cambia su rostro está muy serio y  dice:

-Eso no sucederá, ¡Jamás lo permitiremos!

Con sus palabras me sentí muy contenta de saber que Larry y yo estábamos a salvo.

Días después cuando Andriu ya estaba mejor, en la mañana fui a buscarlo a su habitación para salir al bosque pero no esta, así que supongo que se ha ido sin mí. Me despido de todos y Salgo con Larry para el bosque a buscar a Andriu que debe estar esperándome, grito su nombre pero no hay respuesta alguna, escucho pasos que se acercan muy lento, Larry comienza a ladrar alrededor del lugar pero no se puede observar nada, solo sus pasos se pueden oír, sin embargo no veo a nadie.

De repente oigo mi nombre ¡Isabell!, volteo mi rostro y veo a Andriu, Larry se calma, Andriu lo amarra a un árbol con un lazo, no digo nada, quizá lo quiere proteger de algo y no quiere que escape, no es normal. Andriu me coge muy fuerte el brazo y me abraza como nunca lo había hecho, veo que en sus manos tiene un cuchillo, mi corazón late tan rápido que es lo único que oigo, no sé que le ha pasado, sus ojos me miran como siempre, pero él no es así conmigo, ni con Larry, sus brazos me sueltan y me deja sentada debajo de un árbol, luego me empuja a el suelo con el cuchillo en sus manos y me dice:

-¡No te asustes!, estás conmigo y te protegeré.

Sus palabras me tranquilizan, pero sus acciones me asustan, así que cierro los ojos, sin embargo pienso en el cuchillo de sus manos, solo me queda refugiarme en sus palabras y me concentro en ellas.

   -Es la única forma de que sobrevivas ¡Isabell! 

   -Es la única forma de que sobrevivas ¡Isabell! 

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ENTRE CENIZASWhere stories live. Discover now