El amor y la muerte: dos palabras con distintos conceptos desde su inicio a su fin, obviamente poseen un significado desigual y no se adaptarían a una buena relación, y menos al tratarse de la poca esperanza que queda en mí <<Tal vez mi naturaleza sea sufrir>>; pero en general, la tristeza se apodera con mayor frecuencia en mí, sin dejar relativamente un poco de felicidad.
El amor para nada colabora en mí, y menos al tratarse de la persona que me gusta; mientras que la muerte embarca por completo mi vida, la destruye y la consume.
Mi vida es distinta a las demás adolescentes, soy diferente de pies a cabeza, y una de mis grandes desventajas es que fui hecha en un maldito embarazo precoz, por eso mi madre y yo no somos unidas; para ella soy la ruina de su adolescencia. No conozco a mi padre y lo único que sé es que llevo su apellido. Solo sé que mi vida no tiene sentido, solo sé que después que nací volví patas arriba la vida de mis padres cuyas personas de seguro no me querían en el mundo. No pretendo desaparecer, pero es fácil dejar que algo lo haga por ti. De algo absolutamente sé y que estoy totalmente segura es que he aprendido a sobrevivir a los desastres que han invadido mi vida, la única causante de sobrellevar mi vida es la música, con ella he visto a la vida con ojo diferente, y que de alguna manera le ha dado algo de claridad a mi entorno.
