Hoy nos encontramos de nuevo.
Te veías mas guapo, estabas un poco más alto y tus ojeras revelaban noches de insomnio. Un poco típico de ti.
No creía que eras tú, era imposible que fueras tú. Hay pocas probabilidades de encontrarnos en una ciudad con tu antiguo amor.
Pero al voltear y encontrarme con tu mirada, sabia que eras tú.
No hubo necesidad de palabras para describir nuestra felicidad de encontrarnos. Cuando me sonreíste, probaste que aun con tu sonrisa podías acelerarme mi corazón.
Pero ese momento no cambiaría nuestro sufrimiento, ese amor débil que fue el nuestro. Aquel amor en el que ninguno sería capaz de luchar por el otro.
Con una sonrisa, te dije adiós para siempre.
Daniel, siempre serias mi primer amor y tu recuerdo es uno agridulce, uno que deseo olvidar pero también lo abrazo para nunca dejarlo ir.
Te dedique una última mirada antes de girar y seguir mi camino. Nuestros caminos nunca estuvieron destinados a estar unidos.
Adiós mi amor. Espero que seas feliz.
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Amor débil
Short StoryPara ti, el chico que aún logra quitarme suspiros. Narrada en capítulos cortos.