Hey, Daryl | Rickyl

Capítulo 2

Los días transcurrieron lentamente, o al menos así lo sentía yo. No había un día en el que no hablara con Daryl, él era mi complemento en todos los sentidos y no podía estar más feliz sabiendo que sentía el mismo amor que yo. Los momentos que pasaba con mi novio se hacían eternos, como si el mundo se pausara cada vez que estaba con él y era... Sencillamente perfecto.

Incluso mi madre lo había notado. Lo supe porque no paraba de mirarme con curiosidad, seguramente debido a que llevaba una tonta sonrisa a toda hora.

— ¿Y tu por qué tan risueño hoy? — Preguntó mi mamá, mirándome de reojo mientras lavaba los platos.

— No lo sé — Contesté y sin cambiar el gesto, seguí comiendo.

— ¿Una chica? — Insistió, curiosa, con una sonrisa traviesa que se le notaba aún de espaldas.

Reí levemente y me rasqué la cabeza un poco nervioso. De ninguna manera me avergonzaba decirle que era un chico, ya que hace años le conté lo que sentía por Daryl, e incluso me aconsejó al respecto. Siempre fue una madre compresiva en todos los aspectos y jamás le oculté nada... Tal vez porque siempre descubría todo.

— Me temo que no es una chica, madre — Le dije sin pelos en la lengua y tras hacerlo comí otra cucharada del cereal.

— Vaya, Vaya — Rió.

Me encantó la manera en la que se volteó y aún con las manos enjabonadas se apresuró para tomar asiento a mi lado.

— Cuéntamelo todo sobre él — Pidió sonriente.

— Bueno... Él es guapo, carismático, encantador, travieso... En conclusión; me hace sentir la persona más afortunada del mundo por tenerlo — Respondí con ilusión al pronunciar cada palabra.

Abrió los ojos con sorpresa e incluso quedó boquiabierta al escuchar aquello. En un momento no había entendido su asombro pero luego lo capté.

— Así que es Daryl... ¿No? — Aplaudió con emoción.

Cuando nombró a la persona correcta quedé fuera de lugar, no entendía cómo lograba descubrir todo... Solo lo hacía.

— ¿Cómo lo supiste? — Pregunté, confundido.

— Cada vez que me hablas de Daryl lo describes de la misma manera, tontito — Rió a carcajadas.

Era extrañamente atenta en todo y me gustaba eso de ella.

— No lo había notado — Rasqué mi barbilla y reí junto con ella.

— ¿Así que ahora están juntos? — Sonaba animada.

— Si — Sonreí de lado.

— No sabes cuánto me alegro, mi niño — Se levantó de la silla para darme un abrazo y la correspondí con mucho afecto.

— Dime que ya tuvieron su primera cita —

Quedé un poco decepcionado de mi mismo al escuchar aquello. ¿Cómo no se me había ocurrido llevar a Daryl a una cita? Es algo fundamental en las relaciones y seguramente nos podría ayudar a fortalecer nuestro noviazgo.

— Mañana será — Le respondí un poco nervioso.

— Perfecto — Se levantó y volvió al lavaplatos — Mejor termino esto y dejo de interrogarte. Ve a planear tu cita perfecta, cariño —

— Tramquila. A eso voy — Respondí levantándome luego de acabar mi cereal.

Fui hasta las escaleras para subir a mi habitación pero mi madre me detuvo con un llamado — Ah, Rick... — Podía escucharla desde la cocina.