El día de la esperada cita había llegado y mi emoción parecía no tener limites, pero claro, la emoción iba acompañada de muchos nervios. Me había despertado desde temprano para estar listo antes de la hora y así tener todo preparado para la tarde. Entonces me duché, desayuné con mi madre, quién como era de esperar, no paraba de aconsejarme y como último, tomé asiento en mi cama para usar la laptop y comunicarme con Daryl por skype.
Una vez cómodo, entré a la aplicación y fui hasta el buscador de amigos para luego teclear "Daryl Dixon" . Seleccioné el primer y único usuario que apareció para luego agregarlo. Me había sorprendido lo rápido que se había registrado en la aplicación. De inmediato fui aceptado y como aparecía "Conectado" Decidí llamarlo.
- ¿Hola? - Saludé sin poder ver a Daryl.
Mi cámara estaba activada y al parecer la llamada había sido atendida, pero no lograba ver nada de su parte.
- ¿Me ves? - Finalmente pude escuchar al rubio.
Luego de unos segundos, cargó su cámara y ya podía verlo.
- Si, aunque está un poco borroso - Dije sonriente.
Noté que el chico al otro lado de la pantalla iba sin prenda alguna en su torso, y podía ver la mayoría de lo que parecían ser sus bóxers.
En ese momento me aislé por completo de lo que ocurría mientras veía el pequeño recuadro que me mostraba a mi precioso Daryl semidesnudo. Lo supe cuando empecé a escucharlo, nombrándome repetidas veces, hasta que por fin caí en cuenta de que estaba mirando al ordenador como un tonto.
- ¿Rick, me oyes? - Preguntaba sin saber porqué estaba callado sin razón aparente.
- Oh, sí... Sí, yo estaba.. Eh.. Mi conexión es mala - Excusé sintiéndome asquerosamente pervertido.
Sonrió - Dime, ¿cómo estás, bebé? - Pregunté rápidamente para cambiar de tema lo antes posible.
- Pues... Ahora que hablo contigo estoy muy bien - Me tiró un beso.
Cuando estaba a punto de preguntarle porqué antes no estaba muy bien, pude escuchar unos golpes que provenían del audio de Daryl. Luego de los golpes, escuché gritos; gritos de un hombre.
Daryl volteó aterrado hacia su puerta y miró una vez más a la cámara para decir - Lo siento - antes de colgar la llamada.
Entré en pánico. No sabía que había pasado. No sabía quién era el que gritaba, ni mucho menos qué decía.
Apagué la computadora y coloqué ambas manos en mi cabeza para pensar en qué haría. ¿Debía ir a su casa, o debía llamar a la policía?
Luego de pesar por unos escasos minutos, decidí ir a su casa por mí mismo. No podía esperar ni un segundo más, así que tomé mis llaves y salí de la casa con prisa.
No recuerdo bien cuántas cuadras corrí, solo sé que iba lo más rápido que podía y aunque mis piernas dolían con cada paso, no dejé de correr en ningún momento. Una vez a unos metros de su casa, me acerqué lentamente, ya que a la distancia pude escuchar los mismos gritos de antes.
De repente la puerta se abrió con fuerza y para mi suerte, pude ver a Daryl salir de ésta. Lucía desanimado, pero al mismo tiempo parecía tener rabia. Sin pensarlo dos veces, decidí acercarme rápidamente, pero mis piernas pararon a sólo centímetros de él cuando un hombre barbudo, grande y con un poco de sobrepeso se asomó por la puerta para gritar un par de cosas.
- ¡Vuelve ahora mismo a la casa! - Gritaba el hombre descompuesto. Desde mi posición podía notar las venas de su cuello.
No sé cómo en ese entonces no tenía ni idea de quién era esa persona. Tal vez se me hacía difícil compararlo con Daryl. No se parecían en absolutamente nada.
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Hey, Daryl | Rickyl
FanfictionHey, Daryl. No te preocupes por la distancia. - Estoy justo ahí cuando te sientes solo... ... • Mundo alterno a la serie~. >Este libro es de contenido homosexual<