capitulo 2 - ¿por que no puedo tenerte?

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-por favor… solo perdóname…
-¡NO ENTIENDO DE QUE HABLAS!- Le grite enojado y confundido.
- ...nii-san… yo…

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-¡DILO DE UNA MALDITA VEZ! – grite a la vez que me desperté. Demonios… otro sueño… ya no podía tener ni un solo día sin que hubiera una pesadilla. Mire el reloj y no faltaba mucho para que la alarma sonara, así que me levante y comencé a prepararme, honestamente no me sentía con ganas de ir a clases así que decidí saltármelas.
Mientras trataba de escabullirme a lo lejos logre divisar a Yukio en uno de los pasillos, al principio me emocione, pero luego recordé que como era mi profesor me iba a regañar por saltarme las clases, así que me escondí.
-¡Yuki-chan! – escuche a lo lejos de esa inconfundible voz.
-¿Qué sucede? – pregunto Yukio. Desde donde me encontraba logre ver perfectamente como shiemi se sonrojaba, probablemente se encontraba nerviosa por estar a solas con Yukio.
-bueno… veras, es que yo…- su cara me decía todo, probablemente iba a declararse. Yukio parecía no entender el ambiente, lo cual me daba algo de coraje.
-¡Yuki-chan, yo te amo!- grito Shiemi, su rostro estaba sonrojado hasta las orejas. Yukio tampoco se quedaba atrás, estaba tan sonrojado que parecía un tomate.
-Shiemi, tu también me gustas…- el rostro de Shiemi se ilumino y parecía tan feliz.
-¿enserio Yuki-chan?
-si…-le respondió Yukio, yo no quise quedarme y ver como la persona que amaba se iba con alguien mas así que me fui de ese lugar. Cuando llegue a un lugar lo suficientemente a apartado de todo y todos, me senté sin darme cuenta comencé a llorar.
-que estúpido soy… -dije entre sollozos. No me sentía molesto con mi hermano a decir verdad, simplemente me dolía el pecho cada vez que recordaba lo sucedido. Me la pase llorando hasta que me quede dormido ahí, cuando desperté mire a mi alrededor y me sorprendí al ver una lujosa habitación, por alguna razón tuve un mal presentimiento…
-veo que ya despertarse…- me sorprendí al escuchar esa voz- ¿ya superaste tu amor no correspondido?- dijo burlonamente lo cual hizo que mi sangre hirviera de la rabia que sentía.
-¿y tu que sabes maldito payaso?-le dije molesto.
-no te pingas a la defensiva… después de todo yo soy tu tutor.
-¿no me digas que ahora comienzas a preocuparte por mi?-Mephisto me miraba serio. De un momento a otro sentí su maní sobre mi cabeza.
-¿acaso esta mal que debes en cuando me preocupe por mi hermanito?
-de que…demonios…hablas…-sin darme cuanta mis lágrimas volvieron a caer… simplente necesitaba el consuelo de alguien. Minutos pasaron y sin darme cuenta comenzó a sentirme un poco mejor.
-¿me quieres decir que fue lo que exactamente sucedió?- yo me limita a asentir con la cabeza. Comencé a contarle todo lo que sucedió entre Shiemi y Yukio.
-¿entonces estas molesto con tu hermano?
-por supuesto que no…
-entonces…¿Qué es lo que realmente te molesta?
-eso es… no lo se…
-en lo que a mi respecta tu estas enamorado de tu hermano y no de esa chica.
-¡¿de que demonios hablas?! -le grite molesto.
-yo solo digo lo que creo.
Nos la pasamos discutiendo sobre este tema durante un largo rato; aunque odiara admitirlo era agradable hablar con el. Mientras platicábamos tranquilamente no puede evitar que un pensamiento surgiera dentro de mi cabeza.
-oye Mephisto…
-¿Qué sucede? 
-¿cuánto tiempo dormí?
-todo un día- dijo con una sonrisa.
-…un día…¿un día?...¡¿un día?! ¡¿y porque demonios no me despertaste?!
-porque te veías adorable mientras dormías.-dijo sin quitar la sonrisa de su rostro.
-¡no me vengas con esas estupideces!- respondí molesto. Estaba a punto de levantarme e irme pero Mephisto me detuvo y de algún modo u otro me convenció de quedarme un rato mas. Así pase el rato hablando con el hasta que llego el momento de que me fuera. Me despedí de el y me dirigí a mi habitación, me sentía un poco mejor ya que había podido hablar con alguien sobre lo sucedido.
-ya llegu- fui abruptamente interrumpido por grito.
-¡¿DONDE DEMONIOS ESTABAS?!-grito Yukio al verme, mientras me agarraba de los hombros y me sacudía bruscamente.
-¡suéltame!- le grite al tiempo que me apartaba de el. -¿acaso no puedo salir a dar un paseo?
-¿un rato? ¡¿un rato?! ¡TE FUISTE TODO UN DIA!
-no exageres no fue para tanto...
-¡¿Sabes lo preocupado que estaba?!
- puedo cuidarme solo…- le respondí mientras hacia un puchero.
- ese no es el punto…
- ¿acaso no te alegra que yo no haya estado?
-¿y ahora de que demonios hablas? – estaba demasiado molesto y no pude callarlo mas.
-¡de ti y Shiemi! ¡¿Qué acaso no comenzaron a salir?! -Yukio parecía confundido ante mi comentario.
-acaso tu…¿nos viste?
-¡¿y que si lo hice?!- Yukio parecía enojado por mi declaración. Molesto salí corriendo de la habitación y decidí ir a la casa de Mephisto. Escuche a Yukio gritarme, sin embargo yo no me detuve, al llegar abrí la puerta y me acosté en la cama, ya que al entrar no lo vi por ninguna parte. Mientras esperaba su regreso me aburrí, así que decidí explorar. Al buscar entre sus cosas encontré una fotografía de el y el viejo. No se si habrá sido mi imaginación, pero por un momento creí que ese payaso se veía feliz. Deje la foto donde la encontré y seguí buscando entre sus cosas, lo que mayoritariamente había eran cosas relacionadas con el viejo, lo cual me parecía extraño. Sin darle importancia seguí buscando cosas interesantes.
-espero tengas una buena excusa para esto.- sentí que la sangre se me helaba cuando lo escuche, al voltearme vi a Mephisto, completamente enojado. Después de recibir una buena paliza de su parte me puse a platicar con el de lo sucedido en el dormitorio.
-¿no pueden pasar un solo día sin pelear, verdad?
-a veces creo que eso es verdad… ¿Por qué tienes tantas fotos de mi padre?-Mephisto se sonrojo, yo me sorprendí bastante. No puede evitar seguir preguntándole sobre el tema, al final se arto de que le insistiera y me echo de su cuarto. Ya que no tenia otro lugar a donde ir me fui a mi habitación. Al llegar entre silenciosamente para que julio no me escuchará. Pero al entrar no lo vi, probablemente se había ido con shiemi, así que aprovechando esto me cambie rápido y me acosté.

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Me encontraba en mi cuarto recostado leyendo. De repente sentí unos brazos cálidos rodearme por detrás. Sentía un cálido aliento rozar contra mi cuello. Esas manos que me rodeaban cálidamente comenzaron a descender hasta mi entrepierna. La rozaba de manera cálida, aunque el ser tocado de esa manera me resultaba extraño. Comencé a soltar pequeños jadeos. De manera repentina esas caricias pararon, esas manos tomaron mi rostro y me voltearon para poder ver a la persona que me tocaba.
-…¿yu…kio?-dije con cierta dificultad por la falta de aire. Sentí como sus labios tocaban los mios y su lengua comenzaba a explorar mi boca. No pudo describir lo bien que se sentía.

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-¡MALDITO!- Me desperté de golpe al escuchar ese grito, seguido de un golpe en mi cabeza.
-¡¿Qué demo-!? -dije mientras me despertaba de golpe.- ¡¿Qué TE PASA MALDITO CUATRO OJOS?!- grite furioso al ver a Yukio. Este comenzó a regañarme,  una vez se calmo comenzó a cambiarse e inevitablemente recordé el sueño que había tenido y comencé a excitarme. Para que julio no notara lo que me ocurría, con la excusa de ir al baño salí de la habitación. Al llegar me encerré en uno de ellos y me senté.. Solo habia una manera de acabar rápido con esto..

Continuara...

Mi Dulce Adicción (Yukio x Rin) - Ao No ExorcistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora