Se descubrían desnudos en la misma cama, abrazados, olvidando lo que era la realidad, olvidando que existía el día, que existían los recuerdos. Ellos no creían en la magia, ellos creían en sus cuerpos, en sus sinceros labios certeros. Se creían ciegos, pues no veían la hora de acabar, no veían el momento perfecto, ellos hacían de cada instante algo de admirar. Ellos rozaban el placer con cada caricia, con cada abrazo tierno. Eran dioses desterrados creando un nuevo cielo.
Pero dejad que empiece de cero. Todo empezó con un te quiero suavemente susurrado, a él le sostenía la mano un apasionado beso. Todo comenzó con un cerrar de ojos, con un longevo pestañeo y cuando los abrieron de nuevo, ya no había distancia, ni ropa, solo había incandescente sentimiento, ardiente deseo. Él la quería a ella, y su corazón se ahogaba por momentos, su corazón se perdía entre las sábanas mojadas, entre los mordiscos en el cuello.
Fue una leve oscuridad, un segundo en el que bajó el telón de los ojos ,pero cuando se hubo dado cuenta, cuando este lo abrió de nuevo,la cama estaba vacía. No había nada salvo un aroma a olvido y un pasado que creyó ser cierto.
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Fallen
Short StoryLa mejor manera de encontrar es apartar el escondite. -Portada hecha por HumanEdition