Él

141 4 2
                                    

Día 5
Salí de casa casi a oscuras, tenía que llegar muy temprano a la oficina, cuando iba en camino decidí parar a comprar un café en una cafetería del centro que abre desde muy temprano, después de esa parada seguí en marcha, llegue a la oficina y una de las secretarias me llamo para decirme que mi el jefe me estaba esperando muy furioso en la sala de juntas, cuando ingresé el señor estaba sentado en uno de los sillones reclinados, fumando un puro de esos que se habrá comprado es sus famosos viajes a cuba, todos en la oficina sabíamos que el verdadero motivo por el cual él viajaba era para ver a una joven edecán que llego un día de intercambio a la ciudad, sabíamos que además de adultero el viejo calvo era un pedófilo, la chica aun contaba con unos 18 años de edad, mientras que él ya había cumplido sus 60 y tantos, pero ahora no me encontraba en posición de hablar sobre eso, quizá lo que yo hago, es igual o peor, la razón por la que me mando a llamar fue para decirme porque había faltado al trabajo, me quede callado con la mirada para abajo, como cual perro a su amo, seguido de eso me dio un sermón enorme, me culpaba de haber perdido a un importante cliente por mi ausencia, aunque en realidad no sé porque tanta importancia, solo era un cliente menos de los muchos que por mi han firmado contrato con su oficinita de quinta, le pedí la disculpa más hipócrita que jamás había hecho en mi vida, me dijo que mi mirada se notaba un poco perdida y seguido de eso me pregunto si estaba pasando por algún problema familiar, le negué todo y como consejo me dio el día libre, a pesar de todo el maldito anciano creo que ya tenía cierto aprecio hacia mí, como no, si después de desgastarme 15 años de mi vida en su mugre oficina, de tan solo pensarlo me da rabia, con el día libre no sabía si irme a casa sería una buena idea, así que mejor cambie la ruta y me fui al bar, en cuanto llegue lo primero que hice fue preguntar por Adeline, me lleve una sorpresa cuando me dijeron que no se había presentado al bar desde la mañana, según me dijo uno de los clientes que había estado ahí desde que abrieron, una mujer entro al bar y habló un buen rato con ella, después de eso ambas se fueron caminando y Adeline no regresó desde ese entonces, no le tome tanta importancia, quizá fue alguna amiga que fue a visitarla y tomaron un largo paseo, después de todo es joven y puede distraerse con amigas, aborde mi auto y conduje hacia casa, en cuanto llegue Andrea me esperaba en la mesa con un tazón de comida, le dije que no tenía hambre y no me reprocho ni nada por el estilo, al contrario me dio un abrazo, un beso y me dijo que tomara una ducha, le dije que en un momento, fui a la habitación y te saque amigo diario, del escondite que había creado para protegerte, pero algo no estaba bien, recuerdo haber dejado la pluma dentro de las hojas, pero al abrirlo la pluma no se encontraba, quizá solo es mi imaginación y en realidad la coloque en otro lado.

Diarios de infidelidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora