Ruby |PAUSADA|

Capítulo III

|| She walks around ||

•Mark, Enero1992•

Casi la una de la madrugada y mi estómago no me dejaba en paz, daba vueltas en la cama tratando de encontrar el sueño, pero el revoloteo en mi panza era cada vez más insoportable.

Empecé a sentir como algo amargoso comenzaba a subir por mi esófago, así que salí disparado de la cama directo al baño, y ahí en el escusado deposité todo el mal que traía.

—¡Wes! Sabía que que la crema de maní estaba rancia —pensé frente al retrete.

Después de vomitar casi toda mi comida del día, bajé la cadena del baño. Quise decirle a mamá para que me diera una pastilla, jarabe o algo, todavía sentía un poco de molestias dentro.

Caminé por el oscuro pasillo hasta llegar a su habitación, pero antes de girar la fría perilla escuché mucho escándalo dentro ¿acaso estban despiertos? ¿O era el televisor nuevo que seguía encendido?

—¡ay por favor! ¿me crees tonta? —esa era mi mamá.

—Terca Ruby, eso es lo que eres, una terca una necia, a ver, dime ¿de dónde sacas todo esas tonterías? ¿Quién te lo dice? ¿Ah?

¿Por qué mamá y papá se hablaban de esa forma? Nunca gritaban entre ellos, sólo me gritaban a mí cuando se molestaban de mis acciones, ¿harían algo malo para ser regañados? ¿a poco un adulto puede gritarle a otro adulto? Bueno, tal vez es igual nosotros, que un niño le grite a otro niño.

Pegué más mi odio a la puerta, quería saber más de lo que pasaba, pues me intrigaba mucho el tono de sus voces. Entonces un ruido inesperado me asustó, fue ese sonido que ocasiona un vaso de vidrio al quebrarse, pero ésta vez fue algo más violento. Una sensación de pánico entró en mi cuerpo sin saber porqué.

—¡maldita! ¿¡Me quieres matar o qué!?— ¡oh por Dios! «Maldita», esa era la palabra número 8 del vocabulario obsceno que tiene Wes, papá siempre dijo que no era bueno hablar de esa manera, porque se te podría pudrir la boca ¿entonces por qué la dijo si es malo? ¿Y por qué se lo dijo a mi mamá? ¿Por qué mamá quiere matar a papá? ¿El vidrio le cayó a mi padre?

Tantas preguntas en mi cerebro, y todas las respuestas del otro lado de la puerta blanca.

—no seas imbécil, y ya deja me en paz —lo había dicho como en sollozo.

Wow, ahora también mamá dijo la palabra 3, ¿pero qué pasa aquí?

Ya no quise seguir escuchando eso, me asustaba, me desconciertaba y me dolía sin saber qué era, así que me fui corriendo a mi habitación y me metí a la cama bajo las sábanas, entonces una tristeza me invadió por completo pero no al punto de llorar. Me quedé pensando aquella circunstancia y en la manera en que se hablaban, parecía como una pelea de palabras, ¿mis padres peleaban?, mis padres peleaban, ¿por que? Sólo la gente que se odian pelean, ¡oh no! Papá y mamá se odian, pero..., toda la vida se han querido. Simplemente no quería que se odiaran, porque cuando hay odio no hay felicidad, eso quiere decir que estarán tristes, y no me gusta ver a mis padres tristes, es muy feo estar así.

Demasiada cosas había en mi cabezita, y ya debía dormir ya que en la mañana había escuela, aunque por mí estaría perfecto no asistir.

(...)

—Mark, ya levantate, se hace tarde —anunció mi madre desde la puerta.

—Ya voy —dije en quejido. Odiaba las mañanas, mucho más las mañanas de inicio de semana, y las de mitad y las de Fin de sema... En fin odio levantarme temprano.