Capítulo IV

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|| With her head full of advice from friends ||

Ruby, Agosto 1992

La abrumaban estos momentos de silencio, sentía que se decaía más cuando la soledad le susurra la verdad. Sus preciosos hijos se encontraban en la casa de los Hook, quien fuera niño para no tener que soportar la ira de la madurez. Entonces estaba vacía. Ella se situaba en la mesa con una taza de té caliente, pero ni si quiera le daba un sorbo a causa de la distracción en su mente, mirando a la nada, tratando de reordenar lo que cada vez se venía abajo. Todo iba de mal a peor.

«¿Dónde quedó aquel amor eterno que se prometió?» Era la pregunta que le daba patadas a su cerebro. Este tiempo ha tratado de encontrar algo para no arruinar lo poco que queda, pero pareciera que iba en retroceso; cada vez eran unos desconocidos, ya no eran capaces de mantener las miradas sin tener que reclamarse algo, cegándolos por completo a la escena que tenía que soportar su pequeño. Todo esto comenzó cuando su primogénito cumplía los cinco años, y ahora tenía ocho. Tres, tres malditos años fingiendo un buen matrimonio ante los vecinos, ante las fiestas de la empresa, ante sus familiares, ante sus hijos. Ella no quería abandonar esta batalla, no se iba a rendir tan fácil, eso no implicaba salir de ella sin sufrir algunas heridas para conseguir la victoria, no iba echar a la basura tantos años juntos sólo por estúpidas sospechas, aunque eran más que ciertas, eso era la peor parte.
Los gritos y leves jalones se estaban convirtiendo en lo habitual por las noches, eso lo vivió en el matrimonio de sus padres, así que tenía la idea de que eso era normal, lo más triste es que su hijo era presente ante alguna de ellas, pero nunca lo percataron.

Una cosa más por la que Ruby pensaba, su hijo. Le duele verlo excluido de los demás, cada vez es más callado y reservado a la hora de la comida, ella no entendía porqué su miedo al hablar con los demás y el porqué es tan diferente a el resto, ella ve como los niños del vecindario salen por las tardes a jugar y a convivir, mientras tanto Mark, encerrado en su habitación, metido con ese mentado tecleado que le regalaron en su cumpleaños de este año, a veces pensaba que no fue buena idea habérselo dado, se ha vuelto mucho más distante, pero él decía estar muy feliz en su mundo con «yo, yo y yo» al menos eso bastaba para que Ruby se calmara, al igual escuchar sus avances desde su habitación.

La vecina de a tres casas, la Sra. Jones, venía por las mañanas a visitar a Ruby, aquella señora de 76 años sabía que ella no la estaba pasando nada bien, desde que se percató que ella ya no salía por las mañanas a regar sus flores, ahora su jardín sólo es un verde seco, aparte, sólo de ver su semblante lo decía todo, así que la Sra Jones iba con la intención de aconsejarle lo mejor.
Ruby sólo le contaba algunos problemas, más bien los problemas de su hijo y su escasez social, mientras los propios los reservaba para platicar los con su "mejor amiga".

Aquella señora le decía que forzara a su hijo de salir de ese capullo, él era muy pequeño para hacerlo solo, mientras se vea obligado a salir al exterior, se le haría más normal sin miedo alguno. Ruby lo tomaba en cuenta, pero fue más difícil de lo que pensó.













•Mark, Septiembre 1992•

Al término del almuerzo todos volvimos a nuestras aulas, me despedí de Wes prometiendo no contar su gran secreto, como quiera ya sabía que le gustaba Melanie, pero ¿a mi qué?  bueno es mi amigo, y los amigos están para poder decir todo con confianza. No entiendo el hecho de que alguien te guste, somos humanos de 8 años, ¿que clase de amor se puede sentir a esta edad?, al menos yo aún no comprendo esos campos, soy muy tonto en mis capacidades, y no quiero, por que el amor me da asco, aparte sé que es una vil mentira, mis padres lo hacen todo el tiempo, mienten sobre que se quieren, o bueno eso no demuestran a escondidas, ¡aah mis padres! Siempre fastidiando mis noches.
Me senté en mi lugar de siempre ,en la cuarta fila de las cinco que había, en el pupitre de la mitad, ¿por qué? Fácil, no me gustaba estar hasta el último, ya que era territorio de los "bravucones" y al frente era de los alumnos con mayor participación, y es lo menos que me gustaría hacer, participar, así que sólo me dejo llevar por lo desapercibido, no es tan malo en verdad.
La clase de Geografía da inicio con la misma maestra que nos daba las demás materias, la Señorita Piters, comenzó a pedir la tarea sobre la investigación de la histórica anécdota del planeta Tierra y sus dimensiones, lo sé, eran tareas como para chicos de grados mayores, pero así era esta escuela de alto nivel, por suerte la había echo, es más, nunca fallaba en tareas. Entonces la maestra se para en seco y dijo —Que les parece si alguien nos lee su tarea, y aporta información para aquellos que no la tregeron— miro a la parte de los bravucones, y todos dijeron un sí al unísono, todos excepto yo, ya saben, para pasar desapercibido. Los de adelante ya tenían levantada su mano para ser escogidos, mientras yo agachaba la mirada.

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⏰ Última actualización: Jan 21, 2018 ⏰

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Ruby    |PAUSADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora