Bloody Mad Love + kanato

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Esa misma noche, al término de la jornada escolar, (...) regresó a pie a su casa, pues quería observar la luna, y las estrellas camino a esta.

Caminaba por el bosque, su única luz era la de la luna, y las hojas en el suelo, crujían cada que daba un paso.
Tenía la impresión de que estaba siendo seguida.
Pero de inmediato descartó la idea, pensando, que solo estaba siendo algo paranoica.

Estaba a algunos metros de la mansión donde vivía, cuando una fría mano, la tomó de la muñeca y la jaló.
La persona corría y arrastraba a (...) con ella, al parecer era un chico, su tacto era helado, (...) se sorprendió por ese detalle.

-Al fin te he atrapado... -cuando al fin se detuvieron en una zona extremadamente alejada de su casa o del camino hacia ella, (...) se recargó en el árbol más cercano, le costaba respirar. Tenía problemas en los pulmones y por ende, claramente no podía correr tan rápido o por mucho tiempo.
Se dejó caer, sobre las hojas secas, con un terrible dolor punzante debajo de las costillas.

-No... no puedo... -su respiración era entrecortada y le costaba hablar -...res-respirar

-¿eh?? -(...) no podía ver el rostro del chico, pero sin duda su voz era muy conocida para ella, aunque lamentablemente no estaba segura de donde la había escuchado.

-Oh, entiendo.

-No..., no entiendes... ¿Por-por qué... me hiciste-correr -toció un poco, aun en el suelo. La garganta le ardía, debido al esfuerzo que hacía para hablar.

El chico no habló. Hubo una enorme pausa incómoda durante los siguientes 10 segundos, la tensión inundaba el ambiente.
Y fue ahí cuando (...) miró por primera vez el rostro del chico.

Y recordó donde lo había visto. En la pelea, por defender a la chica rubia, en la escuela.

Su pelo lila lucía mas claro de lo normal debido a la falta de luz.

-¿Debo darte respiración bucal? -el chico habló con calma rompiendo el hielo.

-¿Qu-que?! -se sorprendió de sobremanera al escuchar al chico.

-Las mujeres son tan molestas... -susurró para si mismo, sin embargo con el volumen necesario, como para que (...) lo escuchara.

-No ne-cesito eso... -toció de nuevo.

Pero el chico decidido a realizar su tarea, se acercó y se colocó encima de ella.

Un escalofrío recorrió su cuerpo cuando el aliento frío del chico se acercó a sus labios.

De pronto, su respiración dejo de ser entrecortada y su corazón dejó de latir tan descontrolado como antes, su garganta aun le ardía, pero no con profundidad.

-Si querías besarme, solo tenías que decirlo...