Bloody Mad Love + kanato

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-Solo dime que quieres que haga, para que me largue -dijo la chica molesta.

Estaban en la azotea, de la escuela, discutiendo que haría (...) para que Kanato no la delatara.

Kanato la miró mal.

-Te diré lo que harás, y luego vas a quedarte... -susurró con la mirada perdida, para después mirar a (...) de nuevo -¡HASTA QUE YO LO DIGA! -le grito consiguiendo un sobresalto departe de la castaña.

(...) se asustó y retrocedió chocando con el muro tras ella.

-Y ya, he decidido que harás para mí...

(...) se sorprendió.

-¿Y que será? -habló (...) impaciente.

-Seras mi comida... -dijo con calma, mientras le sonreía a Teddy.

-¡¿Qué?! -preguntó (...) alarmada.

-Así es... y tu trabajo, comienza hoy -el chico dejó a su peluche en el mueble junto a el, y con calma y decisión se dirigió a (...), las piernas le temblaron, y sus manos también, solía pasarle cuando tenía miedo, o estaba nerviosa, creyó que su miedo había terminado hace años, cuando comenzó a matar, pero, había vuelto, todo por culpa de aquel chico frente a ella.

-Está bien que tengas miedo, después de todo, soy alguien a quien debes temer, soy superior a tí... -la miró sin expresión alguna y continuó hablando -Que mates no te hace más terrorífica ni más fuerte, ante mí te vuelve más vulnerable... -sonrió sádico -Por que después de todo... lo que quiero es tu sangre... -sonrió de nuevo, y se acercó demasiado a ella, para después lamer su cuello.

Su lengua era fría, un tacto que quemaba a su piel, un vampiro sediento, frente a ella. (...) gimió al contacto, e hizo sonreír complacido a Kanato.

-Por favor gime mi nombre... -pidió Kanato -Si voy a tomar tu sangre, tienes que hacerlo -le ordenó.

(...) lo miró incrédula y sonrojada.

-No lo haré -dijo molesta.

Enseguida la expresión de lujuria de Kanato, cambió a una demandante y aterradora.
Apretó los puños, y la fulminó.

Ese era el chico más aterrador que había conocido en su vida. Hacerlo enojar era todo un lío, uno en el que nadie se quiere meter.

Había pasado de ser una asesina a la sumisa de un vampiro caprichoso, eso era mas que molesto, irritante. El vampiro no hacía mas que verla bajo su hombro, la trataba como a la basura, y solo quería usarla como su almuerzo.

-Gime mi nombre -ordenó una vez más el chico inexpresivo.

-N-no quiero -susurró (...) bajando la mirada.

Kanato furioso, tomó a la chica de las muñecas, su agarre era fuerte, estaba segura de que dejaría marcas. El chico la estampó contra el muro, a (...) se le escapó un gemido, Kanato yñ lamió su cuello de nuevo, esta vez rozando sus colmillos, y desgarrando su piel.

-Kanato... -gimió en voz baja -ya... basta... -suplicó.

La sensación de ardor en su cuello, y de dolor permanecía. Su espalda también dolía, y aun no había soltado sus muñecas.

-Eso es... -susurró Kanato a su oído, lamiendo levemente el lóbulo de su oreja - Gime para mi...

-Kanato... ya basta -pidió la chica, se ponía nerviosa ante la cercanía del pelimorado.

-No me hagas daño -suplicó.

-Demasiado tarde -dijo Kanato, para después retirar el cabello de (...) de su cuello, y después clavar sus colmillos repentinamente.

La sangre de (...) corría por su garganta, tan dulce y espesa, tan suave... era un paraíso.
a
-Ahora eres mía -sonrió.

Ya no había escapatoria, ya no había vuelta atrás... esta era su vida... de ahora en adelante.

THE END