Bloody Mad Love + kanato

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Por más que (...) intentó safarse, no lo logró y se enredó mucho más, estaba metida en un enorme lío. ¿Qué haría ahora que un vampiro la estaba amenazando con matarla?

Bueno... la verdad no lo sabía. No era para nada normal en su vida encontrarse con un vampiro yandere que te amenace de acusarte, de ser la asesina de la escuela.
-Ademas, nadie te creería, serías no solo la "Asesina fantasma" tambien "La loca esquizofrénica" ... -dijo el chico con una sonrisa de superioridad.

-¡Sueltame! -gritó (...) aun luchando contra el peli-lila.

-¡¡No!! ¡ESCUCHAME HUMANA NO DEBISTE METERTE CONMIGO, AHORA NO CREAS QUE PUEDES SEGUIR HACIENDO Y DICIENDO LO QUE TE PLASCA! -la estampó fuertemente contra la pared, a lo que ella, pegó un gemido de dolor.

Nunca desde que comenzó a matar gente, había estado en la posición de víctima. Eso la alarmaba, por dios, si que la asustaba.

-Solo, quiero que guardes... el secreto... -decía entre gemidos de dolor (...), retorciéndose bajo el fuerte agarre del chico.

-¡Ah! -exclamo Kanato -Asi que lo único que quieres, es que nadie se entere de lo que eres en realidad -dijo con una voz más calmada.

(...) asintió suplicante.

Kanato disminuyó la fuerza de su agarre en las muñecas de la chica. Y una pequeña sonrisa se fijo en su tétrico rostro.

-¿Lo... lo harás? -preguntó (...).

-Claro, pero recuerda... -le retiró el cabello, que se posaba sobre el lado derecho de su cuello.
(...) pudo sentir su aliento helado rozando su piel, como una brisa de invierno.
Una corriente eléctrica le recorrió el vientre -...Tengo que recibir algo a cambio... -una sonrisa que dejaba ver sus colmillos y el resto de sus dientes se pintó en su rostro.

-Claro, lo se -dijo la chica, apartándose un poco de el, para revisar en su bolso.
El chico la miraba confundido.

-Ten -la castaña le extendió un fajo de billetes.

El vampiro, cambió su rostro de confusión a uno completamente serio.
Un escalofrío recorrió la columna vertebral de (...) al notar aquel cambio en el chico.

Entonces, unas carcajadas psicóticas, abrieron paso al tímpano de la chica. El peli-lila reía de manera perturbadora, como si alguien hubiera dicho un muy buen chiste. (...) con la mano extendida se ofendió y sus mejillas se tornaron carmesí.

-En serio eres una ingenua -dijo el chico ya mas calmado, se acercó a ella y tiró de un manotazo sus billetes, (...) no pudo reaccionar, por que en un abrir y cerrar de ojos, el chico tomó su cintura y la apego a el.

-Yo no quiero dinero... -le susurró, y antes de continuar, la apegó completa y salvajemente hacia su cuerpo, provocando que (...) gimiera de sorpresa -Yo quiero otra cosa, y tu sabes muy bien, qué es -le susurró al oído.

(...) abrió los ojos como platos.

-Así es mi pequeña (...), de ahora en adelante eres mía -le lamió el cuello, (...) se estremeció ante aquel contacto, su lengua era fría, y húmeda, dejando un poco de saliva en los lugares que tocaba.

-Toda mía... -sonrió el chico antes de morder sin previo aviso el cuello de (...).

Succionaba y succionaba, sin compasión, la sangre de aquella castaña era extremadamente adictiva, casi imposible dejar de beber, semejante delicia.

-Está bien... -dijo el chico, cuando se separó de ella, sacando sus colmillos, de la piel de la chica y desgarrando un poco la herida -... guardaré tu secreto, pero tenemos que vernos aquí mismo, todos los días en el receso -ordenó el peli-morado, mientras recogía a Teddy.
(...) se sorprendió, al parecer se la estaba poniendo difícil.

-Acepto -dijo (...), con la respiración pesada, estaba física y mentalmente cansada.

-Bien -dijo, dándose la vuelta, Sin embargo volvió a mirar a (...) una vez más.

-Por cierto, soy Kanato -dijo sonriendo, y desapareciendo. Como un fantasma.

No sabía qué le pediría hacer aquel sujeto, pero sabía que era diferente a todos los demás.