Capítulo 3

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Capítulo 3

A unos metros de distancia.

Recostada sobre su cama. Cierra y abre los ojos. Trata de recordar todo lo que ha pasado en esa mañana. A pesar de que se quedó dormida le parece que fue una mañana excelente, mejor de lo que esperaba. Aunque no pierde las esperanzas de que el resto del día se ponga mejor. Sabe que a las 4 lo volverá a ver. No sabe que harán o sobre que conversaran solo sabe que lo verá y eso le basta. Pero no quiere dejarse llevar, sufrió mucho cuando estuvo con Richard. Indudablemente a juzgar por la primera impresión no se parecen en ningún sentido pero cuando conoció a Richard el tampoco parecía lo que es hoy.

Unos meses atrás en ese mismo vecindario.

Esta lista y algo ansiosa. Ha quedado con Richard a las 7:00PM. La ha invitado a cenar y extrañamente sus padres no se han negado. Observa su reloj que marca las 6:50PM.
— Hum porque no llega, — refunfuña. Lo sabe, han quedado a las 7, debe tener un poco de paciencia. Pero eso es imposible, es su primera cita y más con ese joven robusto y encantador que la ha invitado. Lo recuerda perfectamente.

Le tapa los ojos por detrás y dice —adivina quién es. —

La chica menciona varios nombres sin lograr dar en el blanco.

— Hum, me rindo, — contesta la chica exhalando.

— No, esa no es una opción, — comenta el chico tras unas pequeñas carcajadas.

— Vamos, por favor—

El chico quita sus manos. La chica voltea y su sorpresa es aún mayor al darse cuenta de que el chico que tapaba sus ojos es en el que no ha dejado de pensar en las últimas semanas. Pero eso no es todo. Extiende su mano y frente a ella una flor roja que este le obsequia. Se ha quedado boca abierta.

— Gra...Gracias, — dice la chica con el poco aliento que le queda.

— Para ti, — dice el chico con una sonrisa.

— Esta muy hermosa, — comenta mientras observa la flor que le ha obsequiado.

— Una flor para otra flor, solo que tú eres más hermosa, — dice mirándola fijamente.

No puede creer lo que está escuchando. Todo eso de repente, en unos instantes. Muchas emociones al mismo tiempo. Una situación en la que nunca antes había estado. Casi no sabe cómo reaccionar. Y aun tratando de volver en si escucha unas últimas palabras que llegan con el viento diciendo:

— ¿Te gustaría salir a cenar conmigo está noche?—

Esta soñando, daría lo que fuera para que alguien la pellizque en este instante. Aunque no quiere despertar, desearía que ese momento y esas palabras duraran para siempre. Si hay algo perfecto, para ella es lo que ha sucedido en esos pocos minutos.

— Al parecer todo fue muy rápido lo siento, entiendo si no quieres. —

— No, ¡No! Lo siento, estaba pensando algo. —

— Ah sí, dice el chico curioso, — ¿En qué? —

La atrapo, ahora que le dice. No lo sabe pero debe pensar en algo rápido.

— Que debo preguntarle a mis Padres para ver si me dejan salir contigo. — Uff que astuta.

— Ah, bien no hay problema, comenta el chico con una sonrisa. — Te dejo mi móvil y me llamas.

— De acuerdo. —

— Hasta luego. — Preciosa —

Se escucha el claxon de un coche. Observa por la ventana, es Richard. Sale de casa, camina hacia el coche.

Sin PalabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora