schizophrenia. [ls]

uno

[pov louis.]

desde que tuve uso de razón, supe que toda mi vida había sido una mentira.
una jodida mentira, tapada con una fina capa de purpurina, la cual intentaba hacer aparentar a ésta, que era perfecta.

pero mi vida no tenía nada de perfecta.

-deja de pensar esas estúpideces, louis.

-no puedo dejar de hacerlo, Marta.- ésta me miraba desde una esquina de mi habitación, mientras yo aparentaba hacer mis deberes.

-ajá, sí lo harás.- sonrió, lo cual hizo que mis vellos de la nuca se pusieran de punta. odiaba a esta chica.

vivía con mi madre, mis dos hermanas fizzy y lottie, y mis cuatro "amigas".

no sé cómo lo hacían, pero estas conseguían vivir aquí, sin que mi madre se enterara.

a veces, cuando mamá entraba a mi habitación, alguna de ellas se escondia en el armario, otra debajo de la cama...

yo sólo sonreía, y ahí no había ocurrido nada.

-Marta, deja a louis en paz, necesita hacer su tarea para mañana, y lleva bastante.- Laura entró a la habitación tranquilamente por la puerta.

me sorpendió, ya que pocas veces mis amigas hacían eso, tenían que entrar por la ventana, ya que mi madre podría verlas.

-ugh Laura, ¿qué haces aquí? pensé que te fuiste ayer a la noche. -dijo marta con cara aburrida.

-me fui, pero volví.- se sentó en la cama, y puso las piernas en forma de indio.

-te detesto. -soltó Marta.

-sabes que el sentimiento es mútuo. -dijo Laura con cara de asco, y luego me miró.

yo sólo continuaba con mi tarea.

-¿es difícil, Louis? puedo ayudarte si quieres.

-no tranquila Laura, ya estoy acabando, gracias igual. -sonreí como pude, y seguí.

Marta se sentó en el suelo, y apoyó su cabeza en la pared.

-me aburro. ¿dónde están cassandra y gemma? -preguntó, y me giré.

-pues no lo sé, ayer se fueron no sé dónde, y ya es casi la hora de cenar.

"LOUIS, LA CENA ESTÁ LISTA!"

-tengo que bajar chicas, ¿se quedarán aquí?

-uhm, sí, supongo, no tenemos nada mejor que hacer.-dijo Laura y asentí.

bajé al comedor, donde estaban mis dos hermanas junto a mi madre, ya cenando.

me senté al lado de Felicité, y comí.

-Louis, ¿con quién hablabas? -dijo mi madre, y casi me atraganto con la ternera.

-¿qué? con nadie. -seguí comiendo, evitando la pregunta.

-te he escuchado hablar con alguien cuando iba a entrar a tu habitación a darte una solicitud del instituto. -dijo mi madre con cara de enfado.

mi madre a veces era demasiado estricta. desde que mi padre murió, nos deja hacer pocas cosas y salir poco de casa, necesita compañía, supongo.

-estaba hablando por teléfono con un amigo, sí, lo recuerdo. -solté sin pensar.

-¿con un amigo? si tú no tienes amigos. -soltó Lottie riéndose.

bajé la mirada, y seguí comiendo, aparentando que no me importaba.

sí tenía amigos, bueno amigas mejor dicho.

cenamos y recogimos algunos platos. cuando subí ya para dormir, me encontré a Marta en mi cama, cortándose.

cerré la puerta, alarmado.

-¿qué coño haces? -le quité la cuchilla de la mano.

se rió a carcajadas.

-es genial, anda pruébalo. -me miró con cara de psicópata, esa que me daba tanto miedo.

-no, ya lo hice la semana pasada, dolió. -dije serio.

-louis... -se acercó peligrosamente a mi- ¿qué te dije de no hacerme caso? -sonrió.

tragué saliva.

-p, pero yo...

-anda... déjame hacértelo yo.. -cogió mi brazo, cosa que yo dejé que hiciera, y fué haciéndome líneas horizontales con aquella afilada cuchilla de afeitar.

se rió.

-muy bien, tommo. -me miró. -Laura se fué, tenía cosas que hacer. pero sabes que yo siempre me quedaré a tu lado, ¿no?

asentí levemente.

tenía razón. marta siempre se quedaba conmigo, nunca abandonaba mi habitación, me preguntaba cómo se las arreglaba para comer y de más, pero nunca le pregunté.

ella siempre me ayudaba, aunque de formas más... tétricas y ilegales.

-anda, tengo un regalo para ti, gilipollas. -sonreí, amaba los regalos.

-¿qué es?

-abre el tercer cajón del armario.

lo hice, y para mi sorpresa, había una bolsa llena de cogollos de marihuana.

la miré y sonreí.

-al final acabarás amándome. ¿vamos?- asentí, y bajamos por la ventana hasta un descampado que había cerca de mi casa, para poder fumarnos la marihuana.