nueve

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corría y corría, ya no sabía que era la realidad y qué era la imaginación, el pasillo se hacía cada vez más largo, y el ascensor cada vez más pequeño.

divisé la sombra de un chico, dentro de este, llamándome.

-¡LOUIS! -gritó. era harry.

-HARRY AYÚDAME -las lágrimas salían de mis ojos, no podía aguantar más, en poco tiempo me desmayaría.

y como si de magia se tratara, lo hice, me desmayé con la imagen de harry en mi cabeza.

(+ +)

-¿louis? ¿te encuentras bien? -una voz femenina me despertó, y abri los ojos.

habían como tres enfermeras rodeándome.

-¿puedes hablar? ¿te duele algo?

negué con la cabeza.

-p-puedo hablar, y no, no me duele nada.

-¿puedes levantarte? -dijo una rubia.

-ajá, puedo. -me levanté, y por un momento mi cabeza dió unas cuantas vueltas. está bien.

me estabilicé, y fui a salir de alli.

-¿dónde vas?

-a mi habitación, necesito verlo.

salí lo más rápido que pude. ya era de día, serían como las once de la mañana. me dirigí a mi habitación, la cual no estaba muy lejos ya que estaba en el mismo módulo.

la puerta estaba abierta, así que entré.

harry no estaba.

bufé, y pensé. son las once, estará en el comedor.

le debía una disculpa, por no haberle hecho caso.

entré al comedor, y efectivamente, la gente estaba almorzando, y con ellos, niall liam y harry en una de las mesas.

me acerqué a ellos, y niall me sonrió.

-hola lou!! -me abrazó y sonreí.

-hola niall.

me senté al lado de harry, el cual ni me miró. miraba su comida, sin ningún interés.

-uhm, harry. -le miré

este guió su vista del libro a mi cara. ¿había estado llorando? tenía la cara roja, los labios inchados y los ojos vidriosos. literalmente estaba hermoso.

-qué quieres. -me miró duramente.

-uhm, yo... ¿podemos hablar a solas?

me miró por unos segundos más, y asintió.

él andó primero, y fuimos al jardín de fuera. nos sentamos en un banco, y lo miré.

-yo uh... lo siento.

me miró con una ceja levantada.

-¿lo sientes?

-ahm, sí, lo siento

-no hace falta que te disculpes, ¿sabes? con este tipo de cosas sabré de ahora en adelante a qué tipo de persona tengo durmiendo al lado cada noche. -se levantó, y andó haciabla entrada.

me quedé congelado.

corrí hacia él, y parándolo, me arrodillé mirándolo con carita de perrito. siempee me funcionaba con mi madre.

-perdóname, por favor.

la cara de harry cambió.

una sonrisa apareció en su cara, acompañada de un oyuelo al final de cada punta de esta.

-así que quieres que te perdone, eh...

-sí, porfavor. -seguía arrodillado, mirándolo.

-eres una putita, siempre lo había sabido.

¿qué?

-¿qué? -pestañeé, con cara rara a lo que acababa de decir.

harry se agachó, y me miró a los ojos.

me quedé paralizado al ver sus orbes verdes, realmente si me preguntaran qué color es mi favorito, diría el de los ojos de harry.

arrastró su pulgar por mi labio inferior, gesto al que yo me sonrojé, sintiendo que me iba a caer.

posó su mano en mi pómulo, y se acercó más a mi.

y después, me besó.

¿qué estaba pasando?

sus labios eran jodidamente besables, sentía como si fueran algodón.

nos separamos, y él se levantó.

-levántate.

le hice caso, aún un poco aturdido por lo que acababa de pasar.

-sígueme.

lo hice también.

harry andó hasta un edificio que parecía algo más apartado de los principales, y nos guió hasta uno de los baños.

ya veo.

cuando entramos, me cogió de la cadera, para posarme en la pila. empezó a besar mi cuello, ganándose jadeos por mi parte.

-tan suave... -mordía y lamía mi cuello, mientras iba desabrochando mi pantalón.

yo sólo no me creía lo que estaba pasando.

metió la mano por dentro de mis bóxers, y empezó a masajear mi miembro semi-duro, cosa a la que yo empecé a gemir.

-mhm... gimes como una putita, lou. -bajó mis pantalones, y dió una lamida a la punta de mi pene.

mi mente estaba nublada, nunca había tenido este tipo de experiencias.

chupó mi miembro hasta tenerlo completamente duro, y metérselo entero en la boca. solté un gritito de placer.

sacó mi pene de su boca.

-tan pequeño y suave mhm... date la vuelta, quiero ver tu culo.

me di la vuelta, poniendome a cuatro en la pila, que parecía algo deteriorada, algo en lo que no iba a pensar ahora.

harry miró asombrado mi culo y se relamió los labios. le dió una palmada, y yo grité.

rozó mi entrada con la punta de su dedo índice, y yo gemí al contacto.

después, sentí algo húmedo en mi entrada. me iba abriendo cada vez más con su lengua.

sacó su lengua y metió sus dos dedos dentro de mi, grité, y hizo tijera con ellos para abrirme aún más.

sentí la punta de su pene en mi entrada, y solté un gemido, la metió lentamente, y grité de dolor.

salió, y me miró.

-¿te ha dolido mucho? -preguntó asustado.

-s-sí... sólo ves con cuidado... yo, s-soy virgen

se quedó quieto.

-¿eres virgen? ¿pOR QUÉ NO ME LO DIJISTE LOUIS?

me giré asustado.

-¿qué problema hay? no sabía que íbamos a acabar así

-no pienso quitarte la virginidad... no yo, no, no así... -acabó de vestirse y se fué corriendo.

qué acababa de ocurrir

schizophrenia. [ls]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora