Solo Por Una Noche (Ian Somerhalder & Tu)

Capitulo 16 (Maratón 1/4)

-Estas demente- le dije viendo que hablaba en serio.

-¿Qué te pasa _? ¿Tienes miedo a enamorarte?- dijo levantando una de sus cejas.

No respondí, no sabía que decir. Nunca me había puesto a reflexionar acerca de ello, en realidad no sabía si tenía miedo a enamorarme o simplemente era demasiado fría para el amor.

-Ya tengo que irme-seguí dando unos pasos.

-¿A donde?-preguntó; basta que estúpido.

-A mi habitación idiota, tengo que arreglarme para ir a Hot Lips-puse mis manos en mi cintura frustrada.

-¡Maldita sea!- exclamó Ian y se dio media vuelta soltándome, con ambas manos comenzó a tallar su cabeza rápidamente, desesperado.

-¿Que te pasa?-pregunte sorprendida con disimulo.

-¿Por qué?-decía aun tallándose la cabeza, al parecer se hablaba a si mismo.

-¿Por qué qué?-cuestione confundida.

-¿Porque me tiene que pasar esto a mí?-Susurro esta ves dándose ligeros golpes en la cabeza contra la pared.

-¿De qué hablas?-fruncí el ceño acercándome a el. Puse una de mis manos en su hombro intentando apartarlo de ahí.

-¿Por qué me tuve que enamorar? ¿Por qué ahora? Y ¿Por qué de ti?¿Por qué de la señorita "el amor no se hizo para mí"?- dijo esto ultimo imitando mi voz.

Me quedé pasmada al escuchar eso, no lo esperaba, no de el confundida por todo esto, recordé lo que había ocurrido hace unos minutos; que mentiroso esta resultando ser.

-Si estas enamorado de mí ¿Por qué estabas con esa chica?-pregunte fastidiada, a mi nadie me miente.

-Fue tan difícil _, fue tan difícil para mí hacer eso, le pagué a la chica para que hiciera eso, quería que probarás una cucharada de tu propio jarabe. Jamás creí que fuera tan difícil hacerlo, nunca paso nada más de lo que viste, en cuanto escuche tu llegada comencé a hacerle eso... Pero no sirvió de nada ya que tú sigues con los mismos pensamientos y actitudes-murmuraba mientras que ponía sus manos alrededor de mi rostro mientras me miraba con un toque de tristeza.

-¿Que querías lograr con eso?-pregunte mirándolo desafiante y con un cierto aire de superioridad.

-Tenía la esperanza de que reconsideraras al amor, que podías ser alguien tierna y que por primera vez en tú vida sintieras algo afectuoso-dijo rosando su nariz con la mía al parecer estaba pretendiendo algo.

- No lo conseguirás Ian, no me gusta, no es mi estilo nada de eso-lo aparte de mi mientras murmuraba eso, realmente odio lo meloso y esta vez no será diferente.

-¿Como lo sabes? Nunca lo has experimentado-decía recuperando su postura seria.

-Con tan solo verlo me basta, parejas en público son tan... repugnantes-hice un gesto de asco.

-Deberías de intentarlo-afirmo.

-No me interesa Ian- dije y me di nuevamente la vuelta caminando decidida hacia mi habitación, no iba a tener algo amoroso con Ian ni con nadie, no es para mi.

Estaba desconcertada. Enserio ¿Ian estaba enamorado de mí? o ¿solo sería un juego? Pero la pregunta más importante ¿Podría enamorarme alguna vez... de él?.

No seas estúpida _ pensé. Yo no, no me enamoraría, no podía, no es lo mío, solo sexo, eso era todo lo que en mí se aproximaba al amor.

Saqué de ropero un vestido muy corto color gris, medias blancas con ganchos y encaje, y un par de tacones altos transparentes. Decidí ponerme mi ropa sin sostén así que me lo quité. Después solo me peine y maquille.

Al terminar me coloqué de un frasco de perfume sobre mi cuello. Tomé mi bolso y me dirigí hasta la planta baja de la casa. Ian estaba vestido y sentado en un sillón, de inmediato me miró.

-¿Piensas irte así?- preguntó apuntando mi cuerpo con su dedo índice.

-¿Qué tiene de malo?-me encogí de hombros, me veía bien y me sentía cómoda así.

-No tienes brasier y puedo jurar que si corres se te verán las pantaletas-rodo los ojos algo ¿enojado?, ¿esta celoso?, idiota.

-Así soy yo, no me da vergüenza ni quiero cambiar mi forma de ser, me gusta tal cual es. Sí no te parece pues te jodes porque no cambiaré por ti-tome mi bolso y camine hacia la salida- Nos vemos Ian.

Me despedí y salí de la casa.