Cap. 59

691 40 4
                                    

Narra _____

—Tengo miedo...—Murmuré mientras acariciaba el sedoso cabello de Liam.

—¿De qué?

—De cómo reaccionarán mis fans, tus fans, están locas por ti. Me odiaran mas de lo que ya me odian.

—No te odian..—Rió.—Créeme que te adoran, no sabes los mensajes que me llegan.

—Como sea..—Suspiré y Liam se incorporó para quedar sentado a mi lado.

—Oye, sólo importa lo que nosotros y nuestras familias piensen. Nadie más.—Acarició mi mejilla y asentí.—¿Qué te parece si ahora me das algo de amor antes del show?

Lancé una carcajada y negué con mi cabeza.

—No tendremos sexo en tu camerino, otra vez.

—¿Por qué no? Fue muy entretenido..—Murmuró y con la punta de su nariz comenzó a crear pequeños dibujos en mi cuello.—Además, esta vez tu estarás arriba.

Volví a reír y Liam se acercó a mí para comenzar a besarme.

—Liam....—Jack entró y nos separamos rápidamente.—Deben controlar sus hormonas, ya no tienen dieciséis años.

—¿Qué pasa?—Liam se levantó y luego estiró su cuerpo.

—Tienes el Meet & Great en menos de diez minutos, vamos.

Jack se fue y miré mi teléfono al sentir que vibraba.

—¿Quién es?

—Christian.—Contesté.—Dice que necesito otra canción, tengo que volver a los televisores de la gente.—Rodé mis ojos.

—Si quieres yo te ayudo, tengo un par de canciones que no usé y no creo que lo haré.—Se encogió de hombros.

—Gracias. Ahora vete, te están esperando.

—También te amo.—Bromeó y salió, dejándome completamente sola y aburrida.

Esperen un momento.

¡Aún están los chicos acá!

Todavía nos están acompañando en el tour de Liam, Hanna no, tenia cosas que hacer.

Emoji triste.

Salí del camerino y fui a "la habitación entretenida". Es solamente una gran habitación con un televisor de sesenta y cinco pulgadas, una mesa de pin pon, Play Station, etc.

Las ventajas de ser famoso.

Incluso antes de entrar podía escuchar los gritos de todos y musica.

—¡Hola!—Exclamé al entrar y todos me miraron, mientras sonreían.

—¿Liam ya te soltó?

—Tu envidia se nota a kilómetros, Styles.

Caminé y me senté en el regazo de Harry, es como un hermano para mi.

—Es que estoy enamorado de Liam, pero te prefiere a ti. ¡Sal de aquí, traidora!

Me empujó y caí a un lado de el, en el sillón.

—Te odio.—Reí.—¿Que juegan?

GTA IV.—Respondió Louis sin dejar de mirar la gran pantalla.

—¿Puedo jugar?—Todos rieron y fruncí el ceño.—¿Dije algo gracioso?

—Eres una chica...—Niall lanzó una carcajada.—¿Qué sabes de esto?

—De seguro no es tan difícil jugar..—Murmuré, fingiendo no saber nada.

Ilusos.

—Como quieras.—Louis me entregó su control.—Juega contra Niall.

—Está bien, pero si gano ustedes harán lo que yo quiera.

—Pero si Niall gana..—Dijo Harry.—Tú harás lo que nosotros queramos.

—Trato.—Sonreí.

Qué comience el juego.

(***)

—¿Cómo lo hizo?

—Brujería.

Gané, y los chicos creen que manipulé el juego con mi magia negra.

—Ustedes se olvidan de que tengo un hermano mayor. Jugábamos esto todo el tiempo.

Todos emitieron sonidos con su gargante y lancé una carcajada.

—Bien, ¿quien me quiere masajear la espalda?

—¡Yo!—Exclamó Harry.—Prefiero esto que otra cosa.

Asentí y me levanté.

—Necesito que se den la vuelta. Me sacaré la ropa, no pueden ver.

—¿P-por qué te d-desnudarás? Es solo un masaje.

—Pero quiero un buen masaje.—Sonreí, pero ellos solamente me miraban algo asustados.—Vamos, como si nunca hubieran visto la espalda de una chica.

—No la de la novia de mi mejor amigo.—Murmuró Harry.

—Solo den la vuelta.

Al fin hicieron caso y me saqué mi remera junto a brasier, siempre observando a los chicos.

Me recosté en el sillon boca abajo y suspiré.

—Listo, quiero mi masaje.

Harry se sentó en mi la parte baja de mi espalda y se colocó crema en sus manos.

Comenzó a mover sus frías manos por mi espalda y sonreí.

—¿Qué está pasando acá?

La voz de Liam llenó la habitación y Harry se levantó.

—No pares....—Me quejé y Liam se agachó a mi lado.—Hola, mi amor.

—¿Qué estás haciendo?—Rió.

—Jugamos GTA, yo gané y ahora estoy recibiendo mi premio. Harry, súbete.

Harry se volvió a subir y continuo con el gran masaje.

—Son unos tontos...—Liam se sentó en otro sillón.—Ella siempre jugaba con Alex. Es una experta.

—Callaté.—Harry gruñó.—Odio esto.

—Más te vale. Pobre de ti si tienes una erección en el trasero de mi novia.

—¡Liam!—Sentí como me sonrojaba.

—Solo digo.

Negué con mi cabeza y cerré mis ojos.

Tour (MP#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora