El Bebé de Daddy ✨ Muke

✅DOS

Daddy deja un besito sobre mi oreja y luego muerde mi lóbulo, jadeo un poco y me giro para quedar cara a cara con él, me está mirando fijamente a los ojos y eso me incomoda un poco, pero es algo que hace todo el tiempo así que creo que debo acostumbrarme.

-¿te gustaría que te enseñe lo que viene después del cosquilleo, cariño?

-sí, papi, me gusta mucho la sensación.- sonrío un poco. -me gusta aprender cosas nuevas.

-entonces daddy Luke será el maestro de baby Mike.

Asiento con la cabeza y una risita tonta escapa de mis labios. -¿me vas a besar o...?

Entonces es cuando daddy se coloca encima de mí sosteniéndose con sus brazos a mis costados para no aplastarme, se acerca y atrapa mi labio inferior para comenzar a succionarlo, es tan bueno. No sé en qué momento su lengua comienza a jugar con la mía dentro de mi boca provocando que suelte un gemido que hace que los pantalones de mi papi de aprieten más. Lo bueno de todo esto es que ya estaba a punto de dormirme así que sólo traigo mis panties y mis medias rodilleras.

-me vas a volver loco, bebé- susurra contra mi boca.

-no quiero que termines en un manicomio, daddy.- mis labios forman un pequeño puchero el cual él besa.

-tal vez después de esto sí termine en uno.

-no quiero que te vayas, te voy a extrañar mucho.- él suelta una risita y niega con la cabeza.

-no me iré, princesa. Jamás me iré.

Sonrío ampliamente para después abrazarlo por el cuello y besarlo salvajemente, papi al instante responde el beso y luego baja por mis mejillas, mandíbula, atascándose en mi cuello empezando a dejar besos húmedos y algunos chupones, gimo y enredo mis piernas en sus caderas. Él baja un poco más y su boca encuentra uno de mis pezones, lo besa y lo muerde halándolo suavemente, y ya no puedo contener mis gemidos.

-¡ah! ¡daddy!

Levanta la mirada y me observa por un instante sonriendo. Vuelve a bajar y hace lo mismo con mi otro pezón, oh, daddy es tan bueno en esto que ya no me importa contener mis gemidos. Sé que soy demasiado ruidoso pero a papi no parece molestarle en lo absoluto.

Besa de forma húmeda mi abdomen y río un poco debido a las cosquillitas que me causa; con su mano derecha juega con el elástico de mi pantie rosa pero al instante lo deja y decide tocar mi entrepierna por encima de la tela, eso me vuelve loco, levanto las caderas buscando más, pero daddy a veces es muy malo, como ahora, que quita su mano sabiendo que necesito más. Gruño ante su acción y él sólo ríe.

-¡necesito tu mano ahí, papi!

-no seas impaciente, no querrás que papi se enoje, ¿o sí?

Niego como unas cinco veces con la cabeza y acaricio su cabello. -quiero que me enseñes lo que sabes hacer, papi- susurro.

Él no responde, directamente se pone en su antigua posición sobre mí y se frota provocando fricción entre nuestros penes semi-erectos, Dios, es algo inexplicable, se siente tan bien, porque daddy es un Dios en el sexo. bueno, eso dice él. Yo aún no lo he comprobado.

-¡m-más rápido! ¡me gusta!

Esto es tan placentero, pero no me gusta que daddy no se saque aún la ropa, así que hago un intento por desabotonar su camisa para que se de cuenta de lo que quiero hacer, lo nota, pues se pone de rodillas y se deabotona por completo la camisa y la tira por ahí, su respiración está muy agitada y sonrío, me gusta causar eso en él. Desabrocha su cinturón y baja su cierre para así sacarse el pantalón, después se saca el bóxer y... Satán, ¡es enorme! Me dolerá mucho. Termina de hacerlo y se inclina a besarme, no es un beso salvaje, es suave y a decir verdad me gusta mucho.