Paradise

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-¡Mierda!-  maldije. Las cosas no me podían salir peor aquel día, coloque  las manos en el volante y le di un golpe de rabia, que no me sirvió de nada, porque el coche seguía sin arrancar, la rabia no se me había ido y encima me había hecho daño en la muñeca- este día no puede  salirme  peor.

Alargue  la mano y abrí la guantera para sacar la guía telefónica. Busque  el mecánico más cercano, solo estaba a unos kilómetros de allí.

Singer.

Demasiada casualidad, pensé, pero necesitaba ayuda así que, llamé, la línea sonó 3 veces hasta que un hombre contestó.

-¿Si?- contesto una voz grave  al otro lado del teléfono.

-Eh... ¿Singer?- balbucee.

-Bobby no está aquí ahora mismo ¿puedo ayudarte en algo?

-Es que se me ha quedado el coche parado en mitad de la carretera y necesito ayuda.

-Eh, claro- dijo el chico- ¿Por dónde estás?

-Es que no soy del pueblo, pero estoy enfrente de un parque y por lo que parece una especie de iglesia, creo...

-Ah, vale ya sé dónde es- dijo el- en nada estoy allí.

-Vale, gracias.- Y el chico colgó.

-¿Quién era?- preguntó Sam que estaba sentado mirando la televisión con una cerveza Buckler en la mano.

-Una chica que se le ha parado el coche- le dijo Dean mientras cogía su cazadora de cuero y le daba un último trago a la cerveza.

-¿Desde cuándo ayudas a Bobby con el negocio?

-¿Es que no le puedo hacer un favor o qué?- dijo el mientras abría la puerta- Además tenía una voz muy sexy, con suerte, seguro que está buena.- Le dijo Dean guiñándole un ojo a su hermano, y cerró la puerta, éste rodó los ojos y  siguió mirando la televisión.

Yo miraba el reloj una y otra vez, había decidido esperarme fuera del coche porque me estaba empezando a agobiar, no podía dejar de pensar en mi familia, sabía que había hecho  lo correcto pero aun así...

La grúa, que vi venir desde lo lejos, me apartó de mis  pensamientos. De ella bajó un chico de unos veinte y tantos años, que había que reconocer que era muy atractivo, ojos verdes, alto, pelo corto pero no demasiado, los labios... "Joder, ______, céntrate"-pensé.

Y es que  obviamente sabía que nunca se fijaría en mi, para él solo sería una cría de 16 años.

-Buenas- me dijo el mientras bajaba de la grúa e iba hasta donde yo estaba.

-Hola- dije- por fin has llegado- le dije con una media sonrisa.

-El Superman de las grúas me llaman- le dijo Dean con una sonrisa.

Yo sonreí, mas por el alivio de que hubiera llegado, que por el chiste en sí, pero a pesar de todo lo que tenía encima, sonreí.

-Se me ha quedado totalmente parado, de gasolina iba bien así que no sé....

-¿Y has oído algún ruido, algo raro?- me preguntó Dean mientras miraba el coche.

-No... vamos creo que no.-le dije yo sin apartar la vista de él.

-Bueno lo llevaremos hasta el taller y le echaremos un vistazo.

-Perfecto-Dijo ella.- Por cierto soy _______ le dijo dándole la mano.

-Yo Dean- le contestó él agarrando su mano con firmeza.

Entonces jure que me sonaba de algo, yo conocía a ese chico... Pero decidí no pensármelo y simplemente lo segui.

Paradise [Dean Winchester y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora