Blood Of Skater #Wattys2016

Capitulo 2.Problemas[especial dia de las madres]

Me levante después de una noche entera escuchando música y lanzar dardos a fotos con las caras de todos los que me habían jodido la vida, durante toda la noche escuche ruidos en la casa pero nada importante, yo seguía en mi mundo en el que yo era el héroe y no el tío al que siempre castigaban, ya me sentía impotente, no podía hacer nada mi vida definitivamente es una mierda, el gilipollas de mi padre se fue, mi madre no me mira y en el instituto tengo a una pandilla de subnormales que no paran de fastidiarme, tenía fotos de todos ellos en la pared, pero no quería lanzar dardos, ni lanzárselos a fotos, ya estaba arto de que la vida me diera la espalda, era el momento de un poco de venganza, por si acaso en vez de bajar por las escaleras baje por la ventana, gracias a lo que había aprendido de huir de los matones se me da bastante bien el parkour, al estar abajo me fui a la casa de su líder, bueno si se le puede llamar así, es solo un gilipollas al que protegen los demás, pero bueno él es el más estupido de todos así que se lo merece, iba patinando por la calle que daba a su casa, y para mí buena suerte, mira está ahí, la baje del skate.
-Oye tú- dije mientras cogía la tabla- ¿a que duele?- dije mientras le daba con él skate donde mejor me pillara- ¿a qué no te gusta? Pues es lo que siento yo todos los días.
Estaba desbocado le golpeaba cada vez con más fuerza e irá hasta que vi que de su rostro salió sangre y se desmayaba, en ese momento supe que era hora de irme, de camino me encontré con Claudia, una vieja amiga mía, que era algo más que mi amiga, pero desgraciadamente cayó en las drogas hace dos años, pero con un poco de mi ayuda consiguió salir con poco.
-Nick, te voy a echar mucho de menos, ¿por qué te tienen que expulsar?- dijo mientras me abrazaba, en un momento levanto la mirada- no puedo vivir sin ti.
-Yo tampoco- dije dándole un beso.
-¿Que ha pasado?, estas manchado.
-El matón, creo que... esta muerto. Yo... yo, lo he matado.
-No pasa nada, tranquilo, nadie se va a dar cuenta- dijo abrazándome más fuerte.
-¿Pero y si lo está?
-No has sido tú vale, tranquilo, yo estaré siempre a tu lado, si preguntan diré que fue un chaval con capucha.
-Pero si dices algo irán a por ti, no pienso dejar que te ocurra nada, tendrán que pasar por encima de mi cadaver, eres lo más importante para mí, sin ti no soy nada, solo un liante sin nada que querer y proteger- dije con una tristeza y un miedo que me recorría todo el cuerpo.
-Da igual.
-No no da igual...- me silencio con un largo beso con el cual sentí que me quitaba una enorme carga de encima.
-Por eso estate tranquilo, nunca te abandonaré- dijo en un tono muy tranquilizador- ahora vete a casa, que nadie sepa que has estado aquí.
Cogí el skate y salí corriendo rápidamente hacia mi casa, trepe por las sabanas y me encerré en mi habitación, no sabía cómo me sentía, por un lado estaba contento, no tendría más abusones a mis espaldas, quite todas las fotos y dardos que habían en la pared, pero por otro lado estaba preocupado, ¿ y si uno de sus perritos falderos se enteraba de que había sido yo? O peor, ¿y si se enteraba el director? Me invadían un montón de sensaciones, tenía ganas de llorar y a la vez de reírme de ese subnormal, ya había recibido su castigo, yo había sido la personificación del karma, cobrando todas sus malas acciones, dándole su merecido, que probara que eso no era tan bueno como a él le parecía. Continúe toda la noche con paranoias hasta que llegó mi madre.
-Me ha llamado el director, me ha dicho que estás expulsado desde este lunes- dijo desde la cocina.
-Bueno, nada que no haya sufrido antes, además hoy es sábado así que cojo la semana entera- me susurre a mí mismo.
-¿Te pasa algo?
No conteste.
-¿Cariño que ocurre?- dijo entrando a la habitación.
-No nada, solo que... cada día siento que la cago más, que algún día me dejaras y tiraras la toalla.
-O, cariño nunca tirare la toalla, siempre te cuidaré, por mucho que me tenga que sacrificar no dejaré que te pase nada.
-Pero y si...
-Estaré a tu lado, soy tu madre, y como tal nunca me rendiré, trabajo día y noche solo para que tú seas una persona mejor, para que tengas un buen futuro, y no sufras tanto como yo, bueno, cuando quieras bajas a cenar ya está lista la comida.
-Gracias mama.
Este capítulo está dedicado a todas las madres de mis lectores, y si hay alguna, para aquellas de mis lectoras que son madres, un abrazo a todas y felicidades (perdón por el retraso).
Un saludo WritingWithBlood.