Escape

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El día de ayer, pasaba por una de esas playas características de mi México, siempre tan coloridas siempre tan llenas de vida, con una pluriculturidad impresionante, lleno de tantas cosas, desde personalidades hasta turistas de lugares lejanos. siempre me he considerado un hombre demasiado simple, de gustos sencillos, y uno de ellos es la observación, después de haber pasado por un largo año dentro de una oficina, esperando el momento que dicen te regalan llamado vacaciones laborales, después de haber llenado mis pulmones con el smoke que caracteriza las urbes llenas de coches, con un montón de gente corriendo de un lado a otro siempre con prisa para hacer más dinero, para hacer mas negocios, o todas esas cosas en las cuales las personas van con empeño, después de haberme fumado tal vez un poco más de lo usual en mi, de haber consumido más de treinta botes de café, y muchas bebidas alcohólicas todo por sobrellevar mis bajas inhibiciones, al fin pude salir, a darme un respiro a dedicarme a mí mismo y a mi cachorro que nunca puede faltarme desde los pasados siete años, después de haber mandado algunos correos electrónicos a mis familiares solo por la cortesía de poder, entre presumir, y avisar que estaré un poco alejado, ahora no solo físicamente, como es otra de mis costumbres, ahora podría decirse que tengo la intención de desaparecer, pero en esta ocasión, no porque algo me este doliendo, no porque me vaya a apenar llorar, o porque sea mucha mi vergüenza ante dios después de darme cuenta de que vivo fuera de la norma que el mismo ha puesto sobre sus hijos.

Así que después de haber hecho las diligencias y de haber advertido a mi ama de llaves que cuidara de mi departamento tanto cuanto le sea posible, después de haber dejado las plantas cerca de la ventana con la fiel creencia y fe de que la señora Ramírez tendrá la delicadeza de cuidar de ellas como lo hizo en su momento con sus hijos, quienes se fueron lejos en el extranjero y se olvidaron de sus raíces, así como se olvidaron de su madre que entrada en años todo lo que tiene es su colección de porcelana fina, algunos perros y un edificio de cinco pisos y veinte departamentos, creo que ella es la fiel declaración de que la felicidad no viene por parte del dinero. Sea como sea el caso tengo la seguridad de que así será, ella es una buena persona para poder dejar en sus manos mis queridos bonsái, dando final a mi partida tomé un par de maletas, en ellas puse la ropa necesaria y algunos papeles de seguridad, llamémoslo un poco obsesivo de mi parte, también me lleve un par de litros de lagrimas que había guardado desde la partida de un amigo,un buen amigo que ahora descansa en la muerte, me lleve la frustración que me sucede al fin del mes cuando las cuentas se están haciendo un poco grandes, me llevé la depresión que pude haber evitado de haber sido un poco más inteligente y un poco menos desidioso en los deberes del amor, tengo guardados junto a los calcetines diez sueños frustrados, catorce abrazos que jamás di, un beso al aire y dos toneladas de ideas para escribir sobre la arena. Y con mi cachorro siguiéndome guardamos todo dentro del baúl del coche y nos adentramos en el trafico, todo en búsqueda de un escape de las cosas que muerden el alma y te van arrancando poco a poco los latidos, claro está, tenía que pasar a Starbucks por un expresso americano, de ese tamaño característico de los adictos, a boyo no le gusta que fume dentro del coche pero ante la misma excitación por un paseo largo, creo que eso es contagio mismo de mí, no me prestó atención, y mientras yo conducía y con sus patas el me decía donde teníamos que virar y adonde tendríamos que ir, salimos del estado, en búsqueda de romper la rutina, de salir de lo habitual, a encontrar la paz que hace algunas lunas ninguno de los dos tenemos y conforme consumíamos los kilómetros algo dentro, algo muy dentro se va quitando se va cayendo, como si el simple hecho de salir del estado te quitara la armadura y te permitiera ser cualquier cosa que quisieras cualquier persona que tu puedas imaginar, y en la agradable imaginación un tanto grande que la vida me dio, elegí ser un viajero espacial.

Algunas llamadas y mensajes llegaron a mi, algunos deseando un buen viaje otros pidiendo hacer compañía, incluso algunos reclamos por ahora evitar el cumpleaños de alguien muy allegado a mi, no saben que llega un momento en el que necesitas escapar, hay un momento en el que haz acumulado demasiado, que la cuenta tiene no solo números rojos si no que sangra por reventar, y es ahí entonces donde la gente suele derrumbarse, algunos van y beben sin remedio, yo lo hago, pero no en esta ocasión, otros simplemente van y buscan a dios, o en lo que sea que ellos, espiritualmente hablando, crean, otros usan drogas, una muy destructiva manera de salir de la rutina, efectiva pero destructiva, yo por mi parte no quería alejar al mundo de mi, simplemente quería poder saber, donde carajos estaba, y sobre todo a donde carajos quería llegar, así que pude ignorar el impulso de una vez mas justificarme, y como siempre terminar pidiendo disculpas, esa maldita mala costumbre mía que aunque no tenga error sobre mis manos, ahí voy a pedir redención incluso por las cosas que no son mi responsabilidad, creo que es momento de dejar de hacerlo, esa costumbre es destructiva, vives queriendo darle gusto a todas las personas que te rodean, vives con la expectativa de los demás ni siquiera te tomas en cuenta para tus propios deseos ni anhelos, aceptas lo que ellos dicen que mereces ¿como es posible que el mundo sea así? no tengo la respuesta, es solo nuestra mala manera de compensar nuestros propios vacíos.

las emociones me llenaban conforme la gasolina se consumía en una acogedora manera de desprenderme de mi mismo y poder juzgarme desde los ojos de la vida. A eso puedo alegar que era la primera vez que no me tenia lastima o miedo, vamos, ni siquiera podía recordar porque la depresión que había cargado por tanto tiempo no estaba, ya no me aconsejaba al oído en cada paso, por primera vez en los últimos dos años podía escuchar mi propio latido, ahí estaba, era un sonido fuerte y constante -aún no estoy tan muerto- me consolé mientras "the white stripes con su melodía seven nation army" hacían vibrar los parlantes.

Un verano sin caféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora