Un bostezo y un pequeño golpe se deja escuchar en el silencio mañanero del departamento de Kagami.
Su cara muestra completo fastidio y pereza. Son las 8 de la mañana y él ya está despierto, a pesar de que es domingo y lo más importante, las vacaciones ya han comenzado.
Sus últimas vacaciones como estudiante.
Suspiró pesadamente al saber que ya no podría dormir de nuevo. Estúpido reloj biológico.
Voltea a su derecha y observa con envidia y hasta cierto enojo a su moreno novio que duerme tan tranquilo e imperturbable a su lado. ¿Cómo demonios duerme tanto?
Resopla su largo cabello que cae en sus ojos y observa de nuevo a Aomine. Sonríe y con suma delicadeza pasa el dorso de su mano por ese rostro que tanto ama.
Mira divertido y enternecido como él frunce el ceño y balbucea alguna estupidez dormido. Deja un beso en su frente y se levanta de la cama sin hacer mucho escándalo.
Se queja en cuanto está de pie y en serio que desea volver a dormir. La cabeza le duele horrores y la cadera igual.
Ayer Kise tuvo la brillante y genial idea de que todos se fueran a beber a una discoteca para celebrar que ya estaban de vacaciones de verano y que nadie tenía pendientes en la universidad. Como ya eran mayores, no había problema con asistir a algún lugar de ese estilo, así que sin querer alegar demasiado con ese torbellino rubio que tenían por amigo, todos sus amigos, lo que quiere decir, generación de los Milagros, más Takao, Mayuzumi, Himuro y uno que otro nuevo amigo de la universidad aceptaron ir a festejar.
Lo cual obviamente había sido un error fatal para él. No acostumbraba beber. Seguía siendo un atleta, el basquet era algo importante para él y no descuidaba su físico por nada del mundo. Por ese motivo ahora pagaba factura con una muy horrible resaca que por supuesto lo había levantado de un pésimo humor.
Y claro, como si eso no fuera suficiente, el dolor en su cadera le recordaba la salvaje noche que había tenido con esa pantera que tenía por novio. Aomine jamás, nunca en la vida se cansaba de tener sexo.
Lo cual era para él y su cadera, bastante molesto. No es como si siempre él fuera el que recibe, (casi siempre era así), ni tampoco es que le molestara, (amaba el lado dominante de Daiki), ese lado salvaje y pasional que solo él tenía derecho de ver y sentir, lo llevaban a la locura y claro, a nunca decir no cuando su novio se ponía en plan cachondo-cazador con él.
Por qué a pesar de que ya tenían bastante tiempo juntos, el sexo para ellos siempre era algo diferente. Claro está que había algunas cosas repetitivas en el acto, pero eso no significaba que ellos no buscarán la manera de hacerlo especial. Y eso siempre llevaba a un Aomine bastante romántico y sensual que gozaba de ver hasta dónde llegaba el tigre con sus juegos previos, convirtiéndolo casi siempre en el pasivo.
Lo quisiera admitir o no, el sexo en su relación era algo vital.
Bufo molesto y algo abochornado por el rumbo que estaban tomando sus pensamientos. Entro al baño, cuidando de no hacer escándalo con ninguna actividad que realizará. Si despertaba a Aomine, seguramente este se levantaría con un humor de perros y no estaba en condiciones de aguantarlo. Así que cuidando de no crear mucho ruido, abrió la llave para darse un relajante baño. Al menos de algo le serviría levantarse temprano.
Después de haber estado cerca de una hora en la tina, relajándose, cantando y hasta jugando con un patito de hule, decidió que era tiempo de salir de ahí y preparar algo para su ruidoso estomago, que exigía desayuno inmediatamente.
Seco su cuerpo y lo más que pudo su cabello, no iba a prender la secadora arriesgando su paz si el oso que tenía por novio se levantaba.
Se observó en el espejo después de cepillar sus dientes y se revolvió el cabello. Definitivamente necesitaba cortarlo.

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I need my man.
ФанфикAomine y Kagami están aprendiendo día a día como sobrellevar su tan especial relación. Cada día es un reto para ellos, ya que al ser tan semejantes las peleas no paran jamás. Todo parece normal, sus últimas vacaciones de verano como estudiantes han...