Después de todo el drama que pasó el pelirrojo, no le quedó de otra más que alistarse y abrirle la puerta del cuarto a su moreno para así preguntarle qué era lo que quería llevar al viaje. Se consentían demasiado entre ellos, a pesar de que el ambiente estuviera tan tenso entre los dos, Taiga no dejaba de hacer cosas por él, como alistarle su equipaje.
Él había decidido que no iría, pero después de unas cuantas llamadas amenazantes por parte de Akashi, Kuroko y un muy molesto y llorón Kise, no le quedó de otra más que aceptar.
No deseaba ir. No se sentía cómodo con su nuevo cuerpo. Aunque también estaba el hecho de que amaba el mar y no ganaría nada quedándose amargado en su departamento. Después de todo no es como si pudiera hacer algo para cambiar. O si había algo, no lo sabía.
-¡¡Kagamicchi!!-Kise llego corriendo y gritando como siempre a su lado, abrazándola fuertemente de la cintura, elevándola del suelo y girando un poco.
-¡Bájame Kise!-La pelirroja había reaccionado algo tarde por el shock y la vergüenza de sentir su "delantera" siendo aplastada por el pecho fornido del rubio.
-Jeje lo siento Kagamicchi, es que ahora es tan fácil abrazarte y levantarte en el aire.-Bajo con cuidado el cuerpo de Taiga hasta que este se alejó unos pasos y lo miro avergonzada.-¡Eres tan linda que podría comerte!
Kise estaba a punto de lanzarse de nuevo sobre la pelirroja, pero la mano de Aomine tomando el cuello de su camisa lo detuvieron al instante, ahorcándolo en el proceso.
-Que no se te olvide que sigue siendo mi prometido, idiota.-La voz y rostro del moreno daban un miedo tremendo. Los celos estaban a tope por todas las miradas poco disimuladas que sus amigos le daban a su ahora pelirroja novia. Y si a eso le sumabas la vestimenta de la chica, que era un pequeño short que dejaba a la vista sus muy largas piernas y una blusa suelta, más la escenita que acababan de montar Kise y Kagami, obtenías a un muy furioso Aomine.
-¡Aominecchi me estás ahorcando!
Kagami solo los observaba con algo de vergüenza, estaban en medio de la calle, frente a su departamento y todos estaban armando un escándalo. Lo cual no le importaría demasiado, si no fueran las 11 de la noche.
Cuando estaba a punto de ir a intervenir en la absurda discusión, un ladrido bastante conocido la hizo temblar de pies a cabeza y ocultarse detrás de la persona más cercana, que no era nada más ni nada menos que Kuroko.
-¡¿Qué hace esa bestia aquí?!-Por más años que pasaran, Kagami seguía temiéndole a los perros. Y más ahora que el inseparable husky de Tetsuya había crecido.
-Kagami-kun, no puedes seguir temiéndole a nigou. Has convivido con él desde que era un cachorro.-El peli celeste suspiro y se giró para acariciar con ternura los cabellos rebeldes que se encontraban sueltos del cabello de Kagami.-No te va a hacer daño, si no lo a hecho en todo este tiempo, no lo hará ahora.
-Mm...-Asintió levemente, con algo de miedo aún y observando al husky que la miraba con intriga. Obviamente no le conocía.-Oye Kuroko... ¿Puedo sentarme contigo en el viaje?
-Claro, no debes si quiera preguntar, pero... ¿Sucedió algo malo para que no quieras ir con Aomine-kun?-La chica solo agacho la cabeza y aferro una de sus manos a la de su pequeña sombra.-Bien, cuando quieras hablar sobre ello te escucharé. Por ahora, vamos al autobús.
-Gracias Kuroko.-Está solo lo miro y sonrío de manera cálida. Amaba ese lado de su amigo, el que no necesitaba demasiadas explicaciones y que aún así lo entendía a la perfección.
Ambos se fueron en dirección al autobús para acomodarse en sus asientos, sus maletas ya se encontraban en este y solo debían subir para comenzar el viaje.
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I need my man.
Hayran KurguAomine y Kagami están aprendiendo día a día como sobrellevar su tan especial relación. Cada día es un reto para ellos, ya que al ser tan semejantes las peleas no paran jamás. Todo parece normal, sus últimas vacaciones de verano como estudiantes han...