Stephen James
Lo logré. Al final, logré que Irina se viera conmigo en una cafetería cercana a mi casa. No había conseguido la dirección de su nueva casa, ni siquiera la zona a la que se había mudado, por lo que tuvimos que quedar cerca de mi casa. Intenté con todas mis fuerzas que fuera ella quien no tuviera que conducir hasta aquí ya que era yo el que insistía en vernos y hablar, pero ella se negó, todo lo que tiene de hermosa lo tiene de cabezota y terca.
Admito también que lo hice para conseguir saber dónde vive ahora, pero insistió una y mil veces en que no estaba muy lejos de todos modos. Algo en mi me devolvió algo de esperanza.
Salgo de mis pensamientos cuando una vibración envuelve la mi muslo derecho. Meto la mano en el bolsillo de mi pantalón tejano para sacar mi teléfono, dónde sin necesidad de desbloquear la pantalla al completo puedo leer el mensaje que me acaba de llegar.
Estoy entrando.
Con un movimiento brusco levanto mi mirada hacia la puerta de entrada en el local, busco entre las tantas personas que también habían decidido entrar en el mismo momento por lo que me pongo de pie. Entonces la veo.
Es la primera vez que la veo con el pelo rubio, pero sin embargo, está tan preciosa como siempre. Cuando sus ojos se encuentran con los míos juro haber sentido algo dentro de mi que se derretía. Necesito que me prometa que esa mirada va a ser mía y de nadie más...tenía tanto miedo de quererla, y aquí estoy. Queriéndola de todas maneras. El ruido de la silla frente a mi siendo arrastrada sobre el suelo me devuelve a mi lugar, y la veo sentarse en esta última.
Sacudo la cabeza antes de imitar su acción pero en mi sitio.
—¿Y bien? Aquí me tienes—su tono de voz, tan seco y frío, hace que mis ojos se cierren con fuerza antes de volverlos abrir para clavarlos en ese mar azul tan intenso. Y es que, joder, me emociona, me altera, a veces me dan ganas de mandarla a la Luna de una patada, pero con las mismas ganas iría a buscarla y la traería de vuelta. La necesito aquí, en La Tierra. Ella sabe escuchar, es lista, es divertida, y lo más importante, está ahí cuando la necesitas.
—Hablemos—digo sin rodeos—No soporto el hecho de que estemos tan distanciados. Haría lo que fuera por volver a ese tiempo cuando nos conocimos, todo estuvo bien entre tu y yo.
—Tú lo destruiste.
Mi orgullo no me deja arrastrarme durante cinco minutos más, por lo que no puedo evitar reclamar:—¡Comenzaste a salir con Arthur!
—¡Fue por la compañía!—su tono de voz se ha elevado unos pocos dígitos, al igual que yo y noto como unas cuantas miradas se han posado sobre nosotros. Relajo mi respiración, no queriendo hacer un espectáculo.—Fue todo por un contrato.
Nuestras miradas se queman entre sí y la sinceridad en su rostro me hace tragar saliva. Lo sé, y no hay momento en el que me arrepienta por haber pensado más con el pene que con la cabeza.
—Lo sé...
—¿Lo sabías?—su rostro se frunce y parece molesta—¿Lo sabías? Quise explicarte, no me respondías el teléfono, los mensajes, me dejaste mal frente a millones de personas, y lo que es peor, me hiciste daño. Todos sabían que a mi el que me interesaba eras tú, y sin embargo tu te metiste con Victoria.
Niega con la cabeza, quiero hablar pero no sé exactamente que decir, abro los labios a punto de hablar.
—Te entiendo, comprendo tu situación pero saber como es esa agencia, yo fui una estúpida y acepté para que no me quitaran el trabajo—niega de nuevo con la cabeza, moviendo-la de izquierda a derecha con lentitud—Sin embargo, la situación entre tu y yo me pudo mucho más. Y decidí que todo saliera a la luz. Arthur estaba muy arrepentido. Tu no me hablabas. Y yo perdí mi trabajo en una de mis agencias favoritas.
—Por favor, empecemos de nuevo—suplico en voz baja, no quiero que esto termine así en realidad, esta chica provoca una lucha de emociones en mi cuerpo que me encantan.
—No puedes escribir un nuevo capítulo en tu vida, si no dejas de leer el anterior, ¿no?
Su sonrisa me deja cohibido, se pone de pie con sus ojos fijos en mi, y para cuando he reaccionado y me encuentro sobre mis propios talones sus brazos ya están rodeando mi cintura.
—Quisiera volver a conocerte por primera vez, y así poder hacer las cosas bien—susurro sobre su cabello, apoyando mi barbilla sobre la coronilla de su cabeza.
—No sé si conseguiremos nuestro propósito, pero quiero intentarlo.
Su respuesta me llena de oxigeno el cuerpo, y por un momento creí que iba a explosionar en medio del local. Ni siquiera quiero ver un mundo sin ella.
Todos nos podemos comportar injustamente con la persona que nos importa, pero si te das cuenta de ese error y sientes amor todavía, búscala y dile lo que todavía sientes por ella porque sino sera tarde y otra persona ocupará ese lugar.
— Por cierto— me separo un poco de ella para poder mirarla—, ese color de cabello te queda de maravilla— le guiño un ojo lo que la hace reír, y negando con la cabeza de nuevo deja un suave beso sobre mi mejilla derecha.
Hoy es un buen día.
x x x x
¡Bueeeeeno! ¿Que os a parecido?
¿Creen que ya iba siendo hora de que aclararan las cosas o creen que es demasiado rápido? ¡Digan sin miedo! Puedo cambiar los capítulos.
Aquí les dejo mi instagram; rosagomeez
Sin embargo, espero que os haya gustado el capítulo y que comenten mucho para que la siga. ¡Mañana nos leemos! LOVE YOU GIRLS, A LOT.
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Random''Al final soy yo la estúpida por haber creído en tus promesas.'' 2 de Marzo, 2016 → #805 en Novela Juvenil → #772 en Novela Juvenil 7 de Marzo, 2016 → #551 en Novela Juvenil 27 de Marzo, 2016→ #504 en Novela Juvenil 28 de Marzo, 2016→ #292 en Novel...