Amanecía. Ruidos de golpes me despertaron, eran constantes pero muy bajos. Era aquella señorita, desatada en golpes de pánico golpeaba las paredes.
—...Dave sigue nuestro plan...—
5:54㏂
Me levantaba muy temprano, no era raro sufría de insomnio muy seguido, mi subconciente no me dejaba en paz.
Caminaba despacio por el pasillo de mi casa y giraba la manilla de la puerta del sótano, Solo para verla en posición fetal en el suelo. Me gustaba como se sentía esa atmósfera de tristeza y soledad, esa a la que tanto estaba acostumbrado vivir. Pero ahora compartía esa soledad. Irónico ¿no?.
Bajaba aquellas escaleras, dejando resonar en toda la habitación mis pisadas fuertes en la madera podrida. Ella reaccionó y me rogó nuevamente ser liberada. Se veía desesperada y muy débil. Esto apenas es el comienzo de su fin.
6:23㏂
—...Dave no lo olvides...—
Agarré mi camioneta y me dirijí hacía el Noreste, exactamente a la zona bosque donde habia dejado abandonado hace mucho aquel niño desangrandose.
Minutos mas tarde llegue a las puertas del parque, sin tomar precauciones camine hasta llegar al punto, me sentía observado, me sentía con mala vibra. Llegué al punto donde habia enterrado a aquél oficial, era un lugar abierto, no era ese mi objetivo. seguí buscando a aquel niño.
Caminaba a pasos lentos hasta encontrar un lugar lleno de hojas, los rayos de luz ya no se hacían presente, Era oscuro y se sentía un olor humedad. Mire al suelo y se veían pequeños pedazos de tela, tomé el trozó y al levantarlo me dí cuenta que era su pequeña camisa azul. No fue mas cuando solo levante unas hojas hasta encontrar sus pequeños huesos en la tierra.
—Ja, ja. —Reí levemente—
Sentía un placer profundo, de satisfacción y superioridad, que me hacia recordar el día del acto. ¿Pero que sentido tendría si nadie apreciaba lo que yo habia creado? Era hora de poner en marcha mi plan.
Recogía los restos de aquel cadaver del niño y los metia en una bolsa, su pequeño cráneo lo llevaba en mi mano todo el camino. Llegué nuevamente a donde habia enterrado aquel oficial, y puse la bolsa en el suelo y me senté a pensar.
Pasado unos pocos minutos, se hacian las 6:40㏂ decidí hacer algo arriesgado, que pondria en riesgo todo el plan sin tener la mínima oportunidad de salir de esa situación.
Decidí llamar al señor Detective...
7:27㏂
Me levanté y me alejé de los cadáveres, unos metros atras hasta llegar a un árbol y ponerme en su total oscuridad.
Escuchaba a lo lejos unas pisadas, al parecer era el detective
No pasaron mas de 10 segundos hasta que pudiera ver al detective. Como si de un rastro se tratase, el detective llego a las bolsas. ahí decidí acercarme a pasos lentos.
—Hey... —Dije suavemente situándome detrás de él—
—¡Detente!, No te muevas o dispararé. —dijo con una voz exclamativa el detective Hitchcock.—
—Un Saludo detective Hitchcock... Dejame presentarnos, Mi nombre es el nombre que jamas sabrás, el rostro que jamas verás y aún asi no olvidaras, soy aquel que tanto buscas y aún no encuentras, pero soy la voz que tanto deseaste escuchar decir suplicas ante ti. —Le dije con una voz baja—
Me situaba detrás de el, sin dejarme ver por la oscuridad del bosque.
El detective no podía hablar, se sentía acorralado, intimidado, desesperado.
—Soy el Detecti...
—Detective Tony Ramses Hitchcock Brown. —Dije interrumpiendo al detective— —Detective y jefe del cuerpo policial de Northville.—
El detective estaba anonadado, Su reacción fue de parálisis.
—Te ordeno que pongas tus manos en la cabeza y te tires al suelo ¡Ahora! —Gritaba el detective en medio del bosque.—
Se veía Anonadado, pero como buen policia mantenía su mente en mi. Era hora de irme.
—Ya tienes lo que querías detective, los restos de los que buscabas.
—Te busco a ti, y de aquí no saldrás sin las esposas.
—Creo que no entiendes detective. Y tengo el control de la situación, no me puedes disparar porque estoy desarmado, estas perdido en el bosque. Estas en mi hogar Hitchcock.
Me fui alejando en pasos lentos y desvaneciendo en la oscuridad de aquel bosque, se oía como el detective corría hacia mi. Fue tan solo cuestión de segundos para que ya no se escuchara nada mas que mi respiración.
Conocía el bosque como la palma de mi mano. A pasos rápidos llegué a la zona picnic, No era mas que otra zona junto al Parque Central al igual que la zona bosque situada tras el parque.
Toda la manzana estaba cubierta por policias del departamento, no dejaban salir ni entrar ni siquiera a los encargados del parque.
Habia mucha gente a muy temprana hora. Habían familias comiendo y riendo. Vi uno de los encargados entrar a su puesto. Estos estaban enterados de la situación pero tenían orden de no alarmar a nadie.
Me acerqué al puesto y llamé la atención del vigilante. Acto seguido le dí un fuerte puñetazo en la cara, haciéndolo caer al suelo. Entré y agarre la escopeta de perdigones que tenían de emergencia.
—...Dave, el es un testigo...—
Cambie repentinamente mi humor, de tranquilo a un odio profundo, agarre el arma y con la culata lo golpeé hasta matarlo, y sin cuidado alguno lo dejé tirado ahí y me llevé la escopeta conmigo.
En el centro de toda la gente decidí actuar como si una película fuera. solté un disparo a los aires. Se hizo el descontrol.
Todos corrían, yo soltę el arma y me dirigí a la entrada entrada. Habia mucha gente dirigiéndose a la entrada, agarraria eso con ventaja. Logré salir.
Acto seguido me dirigí a mi camioneta y sin mas me puse en marcha hasta llegar a mi casa. Veía que todo era un caos, los policias y las personas. Todo estaba fuera de control. Todo habia salido bien.
Todo... Habia salido bien.
O al menos eso habia creído...
21 de noviembre del 2000.
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Paranoias De Un Asesino.
Mystery / ThrillerIntrigante historia sobre los secretos oscuros y perversos que tiene una persona común. Te llevará a conocer mas allá de lo que se ve a simple vista, mas allá del ojo de la obviedad conociendo la mente mas retorcida y cuerda de un Antisocial, person...