Capitulo 7

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Cuando cumplí mis 18 años, mi tía murió de un infarto, era muy joven, tenía unos 25 años, pero tenía un problema en el corazón desde que era muy pequeña. Mi mamá se sumió en la tristeza, ya no quería salir de su habitación ni comer nada así que el seguro social me mando a vivir con unos primos lejanos, pero por más que lo intenté, no logré encajar, por ese motivo, poco después fui mandado a vivir con una familia temporal aunque seguía asistiendo a la misma escuela. En esa familia tampoco me adapte muy bien pero yo sabía que debía ser fuerte, ya que mi mamá no podía cuidar de mí. En mi nueva familia duré 3 años, ya que a mis 21 ya podía vivir solo. Lo primero que hice fue conseguir un trabajo y luego me volví a mudar con mi madre para poder cuidarla. Al principio yo no podía entender el motivo de que mi mamá estuviera tan triste por tanto tiempo, pero luego descubrí que mi tía era la última familia cercana que ella tenía, a parte, mi tía y ella habían compartido muchas cosas juntas ya que eran hermanas.

En mi trabajo no ganaba mucho, pero si lo suficiente como para mantenernos a mi mamá y a mi a parte de lo que aportaba Mariana, ya que ella y yo nos volvimos muy amigos poco después de que la conocí. Se lo que estarán pensando, pero ella y yo no eramos novios, solo muy amigos.

Ella trabajaba en una empresa de viajes por la mañana y yo trabajaba como crítico de libros. Como yo podía hacer mi trabajo desde la casa, me tocaba limpiar los días que la señora de limpieza no asistía.

Mamá mejoró cuando Mariana y yo nos fuimos a vivir con ella. No mejoró del todo pero por lo menos salía de su cuarto e incluso algunas veces lograbamos hacerla sonreír.

Jamás entendí bien el tatuaje de Mariana, una vez se lo pregunte y me dijo que se lo había hecho a los 15 años por un reto, no le creí siendo sincero, pero ya no quise preguntar más, si ella quería guardarse eso para ella, yo no iba a impedirlo.

Mariana tenía un hermano llamado Carlos, pero el y yo jamás conseguimos llevarnos bien, nos tolerables y todo, pero no éramos amigos. Siempre me pareció que Carlos era algo extraño, como si estuviera ocultando algo, pero jamás me atreví a decirle nada porque a parte de raro, daba mucho miedo.

Después de un tiempo de vivir con mi mamá, entendí que no se iba a recuperar, por más que los intentaremos Mariana y yo, ella jamás saldría de su depresión. Comencé a aceptar que en un tiempo ella podría morir de tristeza, pero me parecía tan injusto por que literalmente la vida de mi madre era una mierda. Primero la abandono mi padre por otra mujer, después tuvo que un cuidar a un hijo que no entendía el motivo de su papá ya no estuviera con el, a parte también tuvo que llevar a ese niño con un psicólogo durante toda su vida, y por si fuera poco, también tuvo que apoyarlo cuando se le murió la novia aguantando todos sus cambios de humor. Ah se me olvidaba, también se le murió la hermana, la vida de mi madre siendo sincero es un asco y eso me parece tan injusto.

He pensado mucho y creo que mi madre esta así no sólo por que se le haya muerto su hermana si no por que se está desahogando de todo lo que le sucedió al rededor de su vida. Por que todos necesitamos desahogarnos en algún momento, nadie puede aguantar para siempre, siempre hay un momento en el que hay que sacar todo lo que llevamos acumulando desde hace tiempo. La cosa es que mi madre tuvo que aguantar durante mucho tiempo ya que tenía que cuidar de mi. Pero como dije antes, todos necesitamos sacar lo que llevamos dentro y ella estaba expulsando todo, pero de algo estaba seguro, ese todo la iba a matar.





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