Dedicado a DavsanRotundo
Maratón 3/3—ésta conversación no ha terminado, hablaremos de nosotros después —musitó— ahora vayámonos, Patton quiere que vayamos a su casa —informó Sebas.
—bien, le escribiré a Cami para que sepa que estoy bien —dije tomando mi celular.
—lo puedes hacer en el camino, ahora vayámonos —ordenó impaciente.
Cuando llegamos a planta baja me sorprendí de ver a los guarda espaldas de Sebastián con su auto y otra más atrás.
—pensaste que vendría sin mis hombres —dijo abriendo la puerta del copiloto para que yo entrara.
Yo lo hice sin protestar y sin decir palabra alguna.
Durante todo el camino nos mantuvimos en silencio, uno realmente incómodo, al menos para mí. Sebastián se mantuvo con la mirada fija a la carretera sumergido en sus pensamientos, mientras yo miraba por la ventanilla del auto.
En una hora aproximadamente llegamos a la casa de Alex, checo mi celular y eran casi las doce media noche. Por cada paso que daba llegaban a mi mente el recuerdo de la última conversación que tuvimos Alex y yo. Alejé esos recuerdos, para darle paso a muchas preguntas sobre cómo hizo esa maldita vampiresa para escaparse.
Fuimos recibidos en la entrada de la casa por dos de sus guarda espaldas. Entramos y vimos dos mas. Había el doble de seguridad de lo que recordaba.
Caminamos juntos y en silencio por el pasillo que conducía a la oficina privada de Alex, donde se encontraban más de sus hombres, que sin dudar nos abrieron la puerta.
Al vernos frente a su escritorio dijo unas cuantas palabras que no entendí, porque habló en otro idioma que a mi parecer era ruso, para luego finalizar la llamada.
—tomen asiento por favor —nos indicó de forma amable, pero con evidente preocupación en su voz.
—¿cómo logró escapar? —cuestionó Sebastián. Mientras yo no dejaba de mirar a Alex, impaciente por escuchar la respuesta.
Él por su parte soltó un suspiro cargado de frustración, pasando su mano derecha por su nuca, para entonces hablar.
—según lo que revelan las cámaras de vigilancia, sedujo al guardia encargado de llevarle sangre para alimentarse y lo asesino.
—¿qué? Pero y los demás guardias —pregunté confundida ya que tenía entendido de que esa maldita estaría encadenada.
—se supone que estaba en un calabozo de máxima seguridad —intervino nuevamente Sebastián.
—exacto, y se confiaron de eso, además de que fue en el momento que los guardias cambiaban de turno, asesinando a los pocos que encontraba a su paso, corriendo a su velocidad —explicó alternando su mirada a ambos.
—¿y ahora que pasará? —pregunté.
—ya hablé con los gobernadores de los otros clanes y están dispuestos a ayudar poniendo a mi disposición sus mejores guardias para encontrarla —musitó Alex.
—bien, entonces esperemos a que ellos la encuentren —comentó Sebastián.
—sí, intenté rastrearla al igual que uno de los vampiros rusos especialistas en rastreo con una prenda de ropa, pero al no alimentarse de mí ya no tiene el mismo olor y escencia —informó en voz baja, como si eso sirviera para que yo no escuchara— lo que nos complica más las cosas —admitió.
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Amor Masoquista
VampireElena era una chica que llevaba una vida casi normal. Como cualquiera de nosotras. Nunca pensó que el día de su cumpleaños su vida daría un giro totalmente inesperado al conocer a un apuesto chico llamado Alexander, quien resultó ser lo que ella men...