Peregrina

180 7 1
                                    

8 de junio de 1813

Residencia Bermúdez. Paris, Francia.

Querido K. Del Bosque:

            Han pasado muchos años desde que no estas con nosotros. Te doy las gracias por aceptar el deber de manejar los viñeros de mi difunto padre ya que el trabajo acumulado en los últimos dos años, después de su muerte, era interminable. Has hecho un trabajo impecable y hasta sobresaliente en cuanto a las ganancias. Eso ha hecho que sean los más reconocidos en todo el mundo.

            Lo más que agradezco es que aceptaras el deber para nuestro beneficio. Nos ayudaste a pasar mucho más tiempo con nuestra pequeña Peregrina y estamos muy agradecidos por ello. Pero la razón por la que te escribo esta carta es por un acontecimiento que ocurrió hace tres días. Era el cumpleaños número tres de Peregrina y todos nos reunimos a celebrarlo. Todo estaba perfecto y tranquilo hasta que un escuadrón de una docena de licanos entró a nuestras tierras y atacaron la fiesta con toda intención de lastimar a nuestra pequeña. Por suerte logramos sacar de allí a Peregrina y acabar con la mayoría de ellos.

            Al día siguiente fuimos a ver a tu padre para llevar a cabo la promesa que habíamos hecho y Eleonor se encargó de buscar un lugar seguro para ella. Ahora nos encontramos, Zacarías y yo más que nadie, totalmente devastados. Solo nos queda esperar y averiguar lo más que podamos de este nuevo enemigo. Lo que nos llevó a consultar con el viejo roble Maktub. Sus palabras fueron “La sombra de la maldad inmortal asecha hasta el más fino rayo de luz en la tierra”. No sabemos qué quiere decir así que nuestra esperanza a través de esta carta es que puedas decirnos algo. Esperare alguna noticia de ti.

De tu amiga que te quiere,

    Elizabeth Bermúdez           

PeregrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora