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14 de Abril / 2:15pm

Celty Sturlson, el jinete sin cabeza, la leyenda urbana. Todo está patas arriba en el hospital general de Ikebukuro. Un caballo negro ronda los pasillos sin inmutarse; Izaya esta recetando el primer medicamento que se le ocurre a un paciente con dolor abdominal, Namie intenta que el informante no mate a nadie cambiando los fármacos en la prescripción, todo es un desastre.

Entra una chica guapa de buen cuerpo al cubículo, no está enferma, pero el matasanos esta bueno.

_ Hola, soy el doctor Orihara – le da la mano con una sonrisa – ¿Y bien? ¿Qué es lo que te duele?

_El pecho...

_Oh... Y veo que tienes fiebre – pone la palma sobre su frente – permíteme revisarte.

La secretaria ve al mismo chico de la última vez asomarse por la rendija de la ventana, tiene la mirada baja; Izaya no se da cuenta de esto, está demasiado ocupado tocando las tetas de una rubia oxigenada.

_Tienes cáncer de mama.

Da un veredicto que ni al caso. Namie se soba la cien del estrés causado, apunta una vez más solo vitaminas para la pobre chica.

_ ¿QUE?

_Lo que escuchaste. El doctor Orihara nunca se equivoca, por algo tengo un diploma en medicina.

_Pe...Pero...

_Nada de peros, te tomaras lo que venga en la receta y listo.

Le abre la puerta para que salga, la rubia lo mira enfadada mordiéndose el labio.

_Está bien... Una cosa más doctor.

_ ¿Sí? – se acerca peligrosamente a Izaya.

_ ¿Tengo que venir a mi revisión? Me gustaría verlo, tiene unos dedos estupendos.

_Lo siento señorita, soy un hombre ocupado y justo hoy es mi último día en Ikebukuro.

La empujo por la entrada y dio un gran suspiro al cerrar. Coloco todo su peso sobre la puerta y dijo:

_No creí que ser guapo fuera a traerme tantos problemas.


Notas para IzayaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora