Notas para Izaya

#65

4 de Junio

_ ¡Mama! ¡Un caballo!

Los latidos del corazón, acelerados y a un ritmo enloquecido. Esto sí que era una sorpresa para los espectadores presentes. Mish no quería que esto sucediera una vez más, no! Izaya no tenia porque estar aquí. Por mas que sufriera en el futuro, debía olvidar al delincuente de Tokio.

Comenzó a respirar fuerte como si le faltara el aire, tenía una especie de estrés postraumático de lo más horrible. Su cabeza daba vueltas y solo centraba su atencion en lo que debe ser correcto. 

"Duele"

De pronto, el malestar al interior de su pecho se tornó intenso, el regreso de Izaya había causado una disfunción cardiaca en su sistema. Parecía ser una completa estupidez alterarse por esto. Quiero decir, si tomamos en cuentan la estadística, la probabilidad de que este fallo ocurriera era baja, pero aun así entraba dentro del rango.

_ ¡Mish!

Y ahora, la contracción rítmica y dilatación dejaba de ser normal para el francés. El pelinegro borro la sonrisa de su rostro, algo estaba ocurriendo. Y no era precisamente grato de observar.

_ ¡Mish! – grito Shizuo desesperado, el chico se derrumbó presionando fuerte su camisa, respirar le era imposible.

_ ¡Que alguien llame a una ambulancia!

_ ¡Mishka! – como toda una profesional, la secretaria Namie corrio para aplicar los primeros auxilios. Comienza evaluando el pulso, pero no siente a su corazón latir. Uno, dos, tres; realiza comprensión de pecho y vuelve a repetir una vez más. El oxígeno no llega, intenta reanimación boca a boca, pero su garganta está cerrada – No puedo, se reúsa.

El informante se encuentra ausente, perdido en el limbo de sus pensamientos tratando de evadir la realidad. Solo está de pie observando lo que ocurre anonado de sus acciones.

_Pulga idiota... ¡Llama una ambulancia!

Agobiado por el momento y preocupado por la situación, Heiwajima toma el caballo de Celty por la correa haciendo que este se transforme en un carruaje del siglo XV, carga a Mish por la cintura metiéndolo dentro de la carroza y cierra la puerta.

_ ¡¿Dónde está el hospital?! – vocea el rubio presionado.

Una anciana grita las instrucciones en francés, el rubio no comprende la lengua.

_Sigue todo derecho hasta la torre... - menciona Izaya con la cabeza gacha, sin mirar a nadie – cuando llegues da vuelta a la izquierda y no pares hasta encontrarlo...

Shizuo sube al semental dando un golpe con las piernas en señal de avance. Llora sin querer, las lágrimas se escapan cuando piensa en la peor de las posibilidades. El viento hace que su llanto sea imperceptible ante los asombrados que ven un carruaje en plena calle de Toulose. Necesita llegar antes de que sea tarde, necesita ver a su amado feliz junto a la persona que más quiere... junto a su peor enemigo, el informante de Ikebukuro.

_Por favor... No mueras, no puedes morir – cerro los ojos arrugando la frente – te amo más que a mi propia felicidad. Te amo Mishka.

NOTA: ¡Lloro sangre!