Capítulo III

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Elyon:

Me despierto, tras una pesadilla, miro a la ventana y observo el firmamento, totalmente oscuro aún, pues no había amanecido, me levanto de la cama, intentando no molestar a mi pequeño, ni a Lucy, y salgo de mi camarote.

Camino por los desolados pasillos del barco hasta llegar a la cubierta, totalmente vacía, ya que todos duermen.

Miro el mar, cubierto por el cielo estrellado, que es como un espejo reflejando la infinidad. Oigo un carraspeo, por lo que me giro, y detrás de mí veo a Edmund, que me mira con una sonrisa divertida.

-Estabas embobada mirando al infinito, Elyon -me dice él con una sonrisa burlona asomándose entre sus finos labios- más que embobada. Nunca pensé que volvería aquí....

-Suele pasarme cuando pienso en tu hermano............-suspiro con tristeza mientras vuelvo a mirar el mar.

 -Yo también pienso en él -suspira- hace ya mucho que no nos vemos -noto coomo se apoya a mi lado- él se fue con nuestro padre.

 -Siento oír eso......-le miro durante un segundo.

-Tranquila -sonríe mostrándome su perfectos dientes blancos- se parece a él....digo Ashan...se parece a Peter.

Asiento de acuerdo antes de decir: -Solo ha sacado de mí los ojos dorados....

-¿ Ashan es narniano?

- Más o menos -le respondo con suavidad.

-Vi que sus orejas son como las de un elfo, las mismos que las de Thiara, aunque las de ella son más puntiagudas.

 -En parte es como Peter, pero también ha sacado cosas mías y de mi estirpe...-me aparto el pelo de la cara, poniéndolo detrás de mis orejas, y mostrándole que también son puntiagudas- Esto de las orejas puntiagudas es porque nuestra madre era medio elfa, medio bruja.

 -Eso no lo sabía -suelta un ruidito de sorpresa.

-Pocos lo sabían....más bien creo que solo lo sabía Peter -le respondo mientras observo el cielo, el cual empieza a aclararse, dando la señal de que pronto amanecerá.

 -Y ahora yo -dice él mientras se alisa la ropa.

 -Exactamente -le sonrió con suavidad.

-Es adorable, y  un travieso de mucho cuidado por lo poco que lo conozco.

-Sí que lo es -afirmo.

-Deberías ir a dormir, al menos hasta que toquemos tierra -me aconseja él.

-No Edmund, Caspian y yo debemos hablar con Lucy y contigo dentro de unas horas.

 -De acuerdo-observo como mira hacía el mar, por lo que sigo su mirada, y veo a las sirenas- esas son sirenas?

 -Sí, nos advierten de algo que no logro comprender -susurro pensando en los posibles peligros de los que nos advierten.

 Miro a Edmund, que saluda a las sirenas y veo como estas le devuelven el saludo, con una sonrisa en sus bellos rostros, antes de desaparecer en la profundidad.

-Son hermosas -susurra Edmund.

-Debemos volver a dentro Edmund, pronto amanecerá y ambos necesitamos dormir aunque sea unos minutos más -susurro mientras le miro.

-Tienes razón.....-suspira él mientras me acompaña a mi camarote.

Narrador omnisciente:

Horas más tarde, cuando el sol ya se encontraba en lo alto del cielo, los 4 reyes y reinas se encontraban reunidos, en el despacho de Caspian, el cual cautivaba las miradas de los jóvenes reyes de antaño, por las cantidad de tesoros y belleza que rebosaba.

-Aslan -susurra la valiente mirando un escudo, que tiene la cabeza del gran león tallada en él-. Mira, el arco y las flechas de Susan....-le susurra a su hermano cuando ve las armas de la Benévola .

-Lucy -la llama el Navengante sacando su cordial y su daga de una de las vitrinas de ese espléndido y majestuoso despacho.

-¡Mi poción curativa y mi daga! -exclama sorprendida ella mientras se acerca para cogerlas, pero se para en ante él dudosa-. ¿Puedo? 

-Claro, son tuyos -responde él mientras con una sonrisa se los extiende.

-La espada de Peter...-dice el Justo viendo la espada desu hermano apoyada en una de las esquinas.

-Sí. La he cuidado como prometí -responde Caspian mientras se acerca a la espada y la coge con cuidado-. Tómala, si lo deseas.

-No, es tuya. Peter te la dio a ti.

El nuevo rey se acerca a una de las vitrinas sonriente mientras dice: -A ti por cierto, te guardé esto.

El Justo lo observa sacar de esa vitrina la linterna que una vez se olvido en Narnia.

-Gracias -dice al recibirla y comprobar si funciona.

Elyon:

-Los Gigantes del Norte se rindieron incondicionalmente. Derrotamos a los ejércitos de Calormen en el Gran Desierto. La paz ha sido restaurada en Narnia -les digo a ambos reyes de antaño.

-¿La paz? -susurra Edmund.

-Exacto y en solo 3 años -responde Caspian por mí.

-¿Y has encontrado una reina en esos tres años? .-pregunta Lucy mientras se pone un mechón de pelo suelto detrás de la oreja.

Sonrió al mismo tiempo que Caspian, luego el responde:

-No, ninguna que pueda compararse con tu hermana -le responde Caspian amablemente, aunque en el fondo tanto él como yo sabemos que si hay una.....un imposible, la joven Malie, quien es la niñera de Tihara y Ashan.

-Si no hay guerras en las que batirse, ni nadie en apuros, ¿qué hacemos aquí? -pregunta Edmund un tanto confuso.

-Buena pregunta. Yo me estaba preguntando lo mismo -responde Caspian con sinceridad.

-¿Hacia dónde navegamos? -pregunta Ed.

-Antes de quitarle a mi tío el trono, quiso matar a los mejores  y más leales partidarios de mi padre, los 7 lores de Telmar.

Ambos nos giramos a ver los retratos de esos siete hombres, junto a Edmund y a Lucy que se acercan segundos después.

-Huyeron a las Islas Solitarias -las señaló en el mapa- No se ha vuelto a saber de ellos.

-¿Crees que les ha pasado algo? -pregunta Edmund.

-Si es así es mi deber averiguarlo.

-¿Qué hay al este de las Islas Solitarias? -pregunta Lucy con curiosidad mientras acaricia el mapa.

-Aguas inexploradas -susurro mientras me acerco-. Cosas que no alcanzamos a imaginar, ni siquiera yo siendo la hija del Gran Aslan. Relatos de serpientes marinas y cosas peores.

-¿Serpientes marinas? -me pregunta Edmund entre el miedo y la sorpresa.

-Basta, Elyon, deja las historietas -ríe Caspian divertido mientras muerde la manzana.

-Bueno como veo que no quieres historietas, voy a ver a mi pequeño.

Elyon: La lucha por el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora