El Collar del Lobo

Vacaciones de emergencia

Cada vez  odio mas esta maldita escuela. Megan volvió con Fer y a mí me dejo sola, las niñas se me acercan para molestarme con sus estupideces de niña hueca o sobre ¿como Megan puede ser tan zorra? y que debería alejarme de ella. Antes  les contestaba y disfrutaba como intentaban asesinarme con la mirada, les dejaba en claro que no me interesa una mierda lo que dicen y como parece que nunca se rendían termine ignorándolas.

Ya pasaron las vacaciones de navidad. Mi madre llegó a saludarnos, Camila imaginó que nos traería regalos y esas cosas, quería decirle que no se ilusionara pero no me quiso escuchar, no la culpa, ella casi no convivió con nuestra madre y no la conoce. Mi madre literalmente solo había venido a saludar y antes de las doce y que  todos empezáramos a comer se fue, abue se puso de pésimo humor y cancelo la cena, nos tuvimos que ir a dormir sin la "esperada cena navideña que arruino nuestra madre" según abue. Por la mañana se podría decir que todo se puso mas tranquilo, abrimos regalos, Camila irradiaba alegría con cada regalo que abría, yo también recibí un par de cosas; anillos, pulseras y creo que una cartera junto con un perfume, esas cosas estaban bonitas pero o es lo mio, le agradecí el detalle a abue y los deje en lo más profundo de mi cajón, no piensen mal, simplemente no me gustan los regalos  y  punto, para mí son algo innecesario.

  Ya se soy cada vez mas rara.

Llegó el fin de año, no salimos como era de esperarse. De echo fue una cena sencilla, algo de lo que abue no acostumbra aunque no voy a negar que estuvo tan deliciosa, yo y mi amor por la comida. Solo fuimos nosotras tres, mi tía se fue con su familia a Dios sabe donde así que fue una cena rápida y sin mucha plática, no hubo momentos tensos donde era obligada a tener una conversación en "familia", deberíamos tener cenas así más seguido.

Después de que terminarlas vacaciones de diciembre y volver a la mierda y media de escuela. Las malditas vacaciones terminaron antes de lo que yo habría querido pero la felicidad no es eterna y  más temprano que tarde tendría que volver. Aunque vivía en la misma situación con abue, la prefería un millón de veces que a esas "güerillas" artificiales creídas que sinceramente no les quedaba el nombre.

Se acercaba el 14 de febrero, gracias al cielo que  el tiempo pasó detalle y podía sobrellevar mejor las cosas  con el pequeñísimo detalle del "convivio de la amistad" que solo era utilizada para ver quien rellenaba su cabeza con marcas y cosas costosas haciendo de lado su triste cerebro. ya se lo que piensan, digo eso porque soy una amargada antisocial, pero no es así... bueno,no  odio a las personas... esta bien, si las odio, pero solo a las estúpidas a más no poder, y en mi escuela hay mucho de eso, si estuvieran en mi manicomio entenderían. Por eso decidí que no me sacrificaría ir  a otro convivio  por Megan, ya sufrí bastante en el de navidad para que ella se la pasara besándose con su novio ¡en mi cara! ¡aghh! así que era asqueroso, y aunque yo no veía si los escuchaba. Definitivamente no vendré, aunque Megan me suplique de rodillas, ella estará bastante ocupada y dudo que realmente quiera  alejar la lengua de su novio solo para estar conmigo.

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Mi abuela acaba de recibir otra llamada, ruego que no sea mi madre esta vez, abue ya estaba mas tranquila y ahora volverá a alterarse y ya no se sí podré soportarla por mas tiempo. ¿por qué rayos no ha gritado y maldiciéndole al teléfono?, ¿Qué...?  ¡esta llorando!, ella jamás lloraría en presencia de mi madre, ni si quiera al teléfono. Definitivamente no era mi madre, pero ¿quien podría ser?, nadie le habla de su familia, quizá si sean ellos y es una mala noticia, sería muy desconsiderado y sobre todo arriesgado quedarme a escuchar, así que me alejé lentamente por mi cuenta antes que ella me corriera.

Por la noche, después leer un rato y arreglar todo para mi trágico día de mañana en la escuela, estaba en camino de darle las buenas noches pero salió de su cuarto, estaba hecha un asco, tenia los ojos rojos e hinchados, con lagrimas secas y le escurría la nariz, Dios algo está muy mal. No se sí preguntarle o darle ánimos, cualquier paso en falso y sería mi fin, estaba comenzando a ponerme nerviosa, nunca la había visto tan ida desde la reaparición de mi madre, incluso esto es aun peor. Estaba apunto de irme a mi cuarto, moría de sueño, tal vez abue no quería hablar al respecto.