Dulce

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Género: Romance

Pareja: BillDip
Advertencia: Dulzura (¿?)





Bill Cipher había tenido muchas parejas para tener 23 años, sin embargo y para su desgracia, dichas parejas no le duraban más de una semana ¿Había una razón para ese comportamiento? Oh claro que le había y era demasiado sencilla. No los soportaban, eran unos pesados que luego de unos escasos días de una "bonita relación" los mandaba al carajo con todo el dolor en su corazón.

Y es que sinceramente ¿Qué demonios tenían en la cabeza? ¿Piedras? Eran unos idiotas y él no tenía ninguna tolerancia hacia los imbéciles que al parecer solo llevaban el cerebro como un adorno interior. O posiblemente él tampoco era bueno eligiendo a su pareja. No lo había considerado verlo desde esa perspectiva. No, eran culpa de ellos. Porque eran unos idiotas y él se estaba cansando con esa tontería. Ya no quería más. Realmente hubiera querido cumplir con su promesa.

...

— ¿Hola?— pronto reacciono cuando escucho la voz de aquel castaño lo que le obligo a regresar a su triste realidad.

Delante de él estaba un chico, tal vez un poco más joven de él. Bastante alto-¿o él era muy bajo? -, de piel pálida y cabello castaño el cual el fleco ocultaba su frente. Vestía una camisa a cuadros roja y jeans. Bastante sencillo y común para todos, obvio y juzgando bajo la lupa del sentido común no le llamaría la atención. Que mal que no usara demasiado eso, pues pronto le llamo la atención. Maldición.

— ¿Si?— pregunto viendo como aquel chico se le quedaba viendo bastante extrañado. Oh claro, estaba trabajando en la cafetería de sus padres, tenía que atenderlo— ¿Qué desea ordenar?— volvió a preguntar.

—Quiero un latte— pidió. Su voz era demasiado suave...vamos, tenía que preparar ese latte, no deleitarse con él y...

—Bien ¿quiere algo más?— pregunto a lo que este negó. Genial, así que fue ha preparar aquella bebida y tras dársela y recibir un gracias y pagarle, le vio sentarse en una de las mesas más apartadas del local para beber su café mientras sacaba una portátil y comenzar a escribir.

Le hubiera gustado verlo más tiempo pero llegaron más clientes a los cuales para su desgracia tenían que atender- su hermano Phil se había independizado y Will seguía en la escuela- Estaba tan ocupado que ni siquiera se dio cuenta cuando aquel extraño se fue. Tampoco es como le importara. Vaya que no, de hecho estaba demasiado bien.

...

Y pensando que aquella vez sería la última a la cual vería aquel castaño sin nombre, regreso contra todo pronóstico. En esa ocasión quien le había atendido era su llorón hermano menor mientras que a él le tocaba limpiar los restos de pastelitos que habían dejado unos niños molestos. Por un momento pensó que saludo pero solo eran paranoias suyas.

Así siguió dos semanas a la cual pareció formarse una rutina; llegaba a la cafetería donde mayormente él le atendía. Por lo general solo pedía un café para irse al mismo sitio y empezar a escribir algo en su portátil que parecía ser otra extremidad de su cuerpo.

En todo ese tiempo no hablaban más que lo de rigor, y eso iba acabando poco a poco con su paciencia- que ya en si era demasiado limitada- vamos, el nunca había sido un cobarde, él podía hablar cuando él quería. Entonces ¿Por qué no lo hacía? Si era algo demasiado sencillo ¿Por qué no hacerlo?

One- shots de GF Donde viven las historias. Descúbrelo ahora