Motivos por los que Minseok no debería salir con JongDae ❀ KaiSoo • ChenMin

Final: Dejaremos de ser dos

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Algunas veces las cosas no salen como planeas.

JongDae lo sabía, sabía bien que no podía tenerlo todo en la vida, pero se rehusaba a creerlo o al menos eso había estado haciendo desde hacía un tiempo, desde que conoció a Minseok, para ser francos.

Envidiaba a Chanyeol por haber tenido una vida tan sencilla y ahora también a JongIn, porque tenía una relación amorosa con quien él tanto había deseado.

A JongDae no se le daban muchas cosas, pero siempre se había esforzado al máximo por ser mejor día a día. No había sido el mejor de los estudiantes, pero se había retado a sí mismo incontables veces en las que se superaba.

A él siempre le había gustado sentirse así de grande cada que tenía una  oportunidad entre sus manos, cada que casi podía acariciarla con la punta de sus dedos.

Pero no en ese momento.

JongDae tragó saliva por milésima vez, y levantó la mirada un par de segundos, los suficientes como para ver los bonitos ojos de Minseok y volvió a posar sus ojos sobre el piso, como si fuese lo más interesante que hay en el mundo.

ㅡ Estás muy callado, JongDae ㅡ musitó Minseok, parpadeando mientras sonreía amablemente, escondiendo su nerviosismo.

JongDae negó en un gesto y suspiró para tomar el valor que necesitaba. Su mano se encaminó a la de Minseok, y la tomó con fuerza, como si el chico pudiese desvanecerse o salir corriendo en cualquier momento. JongDae no quería eso. Lo sujetaba con fuerza, y deslizó sus dedos hasta entrelazarlos con los de él.

Minseok se sonrojó y se mordió el labio inferior, sonriendo como estúpido, sintiendo su corazón acelerarse en cuestión de segundos.

Ambos se encontraban en un pequeño jardín que estaba de regreso a los dormitorios de la universidad. Habían salido a ver una película, a comer chucherías por primera vez en la calle, y a conversar.

Lo venían haciendo desde aquel día en la habitación de Minseok, cuando JongDae había mandado todo por el caño y se había atrevido a invitarlo a salir. Habían ido a comer y él nunca comía en la calle, le daba pánico comer en lugares públicos por miedo a enfermarse, o porque la comida no sabía igual a la que él estaba acostumbrado a preparar.

Y había descubierto que las horas junto a Minseok volaban, que los minutos se esfumaban en miradas, en risas traviesas y en roces de manos; cuando sus pies avanzaban a su lado, cuando caminaban lentamente de vuelta al dormitorio. Cuando sus dedos se entrelazaban con timidez, como lo hacían justo ahora.

Minseok siempre mantenía ese típico sonrojo suyo en sus bonitas mejillas y JongDae tenía ganas de comérselo a besos, pero todavía no se atrevía. Aún estaba en la fase de confesión. Aún tenía que atravesar un largo camino.

Habían avanzado muy despacio, quizá, pero era porque los dos se habían estado reservando para ello. Con todas las escenas que vivieron desde la entrega del dibujo. Desde que JongDae había descubierto de quién se trataba, le había gustado un montón, lo recordaba como si fuera ayer y su interior crujía un poco, porque lo que venía no era nada bonito.

ㅡ Hay algo que...ㅡ dijo JongDae, después de carraspear y respirar profundo para tomar valor para proseguir ㅡ quiero decirte.

ㅡ ¿Qué sucede? ㅡ Minseok arrugó el ceño y pasó saliva, su garganta se sentía seca y no sabía muy bien porqué, pero su pecho se mostraba muy agitado.

JongDae agachó la mirada una vez más, inflando las mejillas y con su mano libre se arrugó el pantalón, haciendo un puño de su mano con demasiada fuerza. Los nervios lo invadían.