Capitulo 11 (Final)

1K 90 4
                                    

Este último mes ha sido el más difícil que he tenido que soportar, mi embarazo sé a complicado un poco.

Mi respiración sé a vuelto pesada, no puedo cargar cosas pesadas porque comienzo a sangrar. Es un embarazo de alto riesgo.

Tampoco Barack ha ayudado mucho con eso, no ha estado mucho por casa este último mes, según escuche la otra noche, alguien nos está buscando. No me refiero a solo Barack y a mí, sino que a todo nuestro grupo, se supone que a todos los de su especie se les dio casa y si no estoy mal informada, les mataron.

Pensar que el creador del universo, la persona bondadosa que se sacrificó en una muerte tortuosa es el mismo quien mandó matar a sus creaciones me es casi imposible.

En la iglesia a la que asistía con mi madre solían decirnos que El nos perdonaba todos y cada uno de nuestros pecados, ya que él era nuestro padre, creador y por lo mismo nos amaba y perdonaba, pero, la historia que he escuchado me confunde en un grado sumo.

En ocasiones suelo pensar que alguien por alguna razón llego a envenenar el pensamiento del creador para que mandara hacer eso a sus hijos, pero tal vez es solo porque por años llevo creyendo que es todo bondad.

Dimitra, una buena mujer que vive en nuestro grupo es quien me ha ayudado con mi embarazo, mi bebé venia volteada y según ella teníamos que acomodarlo. Durante dos semanas dolorosas en las que me sobo el vientre bruscamente, logro que mi bebé se acomodara en la posición convencional, las secciones duraban treinta minutos, pero presionaba tanto sus manos contra mi vientre que hacia que llorara a moco tendido.

También últimamente me he puesto muy sentimental, sé que no podre por ningún motivo mis padres querrán volver a verme, los decepcione cuando me fugue y no me case con ese niño rico que mi madre quería, ¿pero que demonio se suponía que isiera? Mi madre pudo haberse casado con alguien así y no tratar de venderme al mejor postor.

No los odio por eso, son mis padres y siempre lo serán, solo lamento no poder a verme despedido bien de ello, pero si me hubiera quedado a estas alturas seria ama de casa, estaría encerrada en la misma todo el santo día esperando a que ese engreido llegase y a lo mejor seria maltratada. También desearía haberles preguntado por mis "poderes" tal vez ellos me dirían o tal vez me habrían internado en un psiquiátrico. El psiquiátrico seria mejor.

....

Era sábado muy temprano por la mañana cuando me desperté, deje a Barack que durmiera un poco más antes de que lo levantase para que fuera a trabajar.

Me dirija a la cocina y prepare el desayuno, Hot Cakes y café.

Cuando termino de preparar todo, Barack entra por la puerta.

-Que bien huele- dice sonriendo

Nos casamos hace tres meses, buen..., no legalmente digamos que fue una ceremonia religiosa.

Solo habíamos como mucho veinte personas, me inundo la culpa cuando caí en la cuenta de que mis padres no serian una de esas personas y que mi padre no seria quien me entregaría a la persona a la que amaba.

-Gracias- le digo devolviendo la sonrisa.

Me da un beso y me toca el vientre abultado.

Esta muy contento porque Dimitra, que es la persona que a traído al mundo a los bebes que han nacido en este tiempo nos dijo que nuestro bebé llegaría en cualquier momento.

Desayuna rápido y se despide de mí y en automatico vuelvo a estar sola.

Me encanta este momento del día, se supone que la magia y ese tipo de cosas está prohibido desde el día en que me pillaron haciéndolo. Pero cuando estoy sola en casa me doy el lujito de practicar un poco.

Después de practicar por lo que parecen dos horas y media según el reloj que cuelga de la pared, voy y cojo el libro de orgullo y prejuicio para leer, lo e leído como tres veces, pero es mejor que no hacer nada e ir a dormir, estos días a echo un calor infernal, creo que hemos llegado a los cuarenta grados, pero según Dimitra las embarazadas sienten todo con más fuerza e intensidad.

Después de leer y aburrirme aun más enciendo el televisor, pero no hay nada bueno que ver así que me voy a la cama y caigo rendida.

...

Me he despertado por un dolor en el vientre, me levanto de la cama y me dirijo a la cocina a preparar la cena.

Me esmero todo lo posible en realizar una cena presentable, pero el dolor incrementa.

Son las once y media ya y Barack aún no ha regresado. Los dolores no hacen más que incrementar e incrementar, me debato entre salir o no en busca de Dimitra, pero temo no tener las fuerzas suficientes.

Después de veinte minutos mas, me desido y salgo de la casa como puedo.

Llego a la casa de Dimitra y no está nadie.

Me decido a buscarla como puedo ya que me temo que si no la encuentro moriré.

Mientras camino el dolor se incrementa y grito.

-¡¡¡DIMITRA!!!

Estoy muy cansada y casi sin aliento. En ese momento sale un hombre de una de las casas.

-Naira, ¿qué pasa, estas bien? - me pregunta alarmado.

No recuerdo su nombre, pero pienso en lo idiota que es su pregunta viendo me en el estado que estoy.

-No..., estoy..., estoy buscando a Dimitra, creo que daré a luz- contesto como pudo y en ese instante caí un rayo.

-Ven te llevaré - me dice y me coge en brazos- KENDRA APRESÚRATE QUE TE NECESITO- grita a su mujer- no te preocupes Naira, todo estará bien, Dimitra vendrá.

No estoy segura de si será verdad o tendré que dar a luz sola, pero en cuando él abre la puerta detrás de nosotros entra su esposa cargada de toallas y varias cosas y de tras de ella Dimitra.

Me deja en un petate que esta en el costado derecho de la sala y él va a ayudar a su mujer.

Los dolores en el vientre son mucho más fuertes y con tan es a estas alturas.

- Naira, mírame y respira profundo, inala exsala- me dice Dimitra. Me es difícil pero me esfuerzo por mantenerme serena y solo pensar en que mi bebé llegará pronto. Hago lo que ella me dice y la otra mujer viene deja varias cosas que distingo como toallas, tijeras y agua que humea, mientras Dimitra me despoja de mi ropa interior.

-Ya casi es hora- le dice a la otra mujer.

Fuera caían truenos y comenzaba a llover, de una tarde calurosa a un chubasco.

Naira estaba exhausta, habían sido meses difíciles para ella y aún no se imaginaba ni la que le venía.

Barack había estado todo el día arreglando asuntos sobres quienes los rastreaban, no quería poner en riesgo a su familia, ni a las otras.

En cuanto Ed llegó diciéndole que su mujer estaba de parto en casa de Dimitra salia corriendo lo mas rápido que pudo.

-Puja fuerte..., puja..., otra vez- le decía Dimitra a Naira otra vez.

Naira ya estaba cansada pero Dimitra sabía que su futuro no era morir en el parto.

Y de un momento a otro se escuchó un llanto acompañado de un trueno.

El bebé de ambas profecías había nacido al fin.

Destino ( Ángeles y Brujas )®.     En EdicionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora