Capitulo 8

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Años despues...

- Naira, tenemos que hablar sobre tu compromiso- dijo mi madré.

Hace un mes que vinieron a pedir mi mano, es un hombre que solo e visto en tres ocasiones, yo no lo amo.

Es un ser insoportable, despreciable y ruin, tiene veinte que mas que yo, pero mi madre insiste en obligarme a casarme con él, porque dice que pondrá a toda nuestra familia en una muy buena posición social.

- Madre, ¿comenzarás de nuevo con ese tema?- pregunte disimulando mi enfado.

- Cariño, sabes porque lo hacemos, es por el bien de todos.

- Madre, no puedes decir que sera el bien de todos, SOLO SERÉ YO QUIEN ME CASE, POR DIOS. A demás no sere feliz, yo... yo quiero casarme con alguien a quien ame, y que él me ame a mi.

- Naira, deberías dejar de ser egoísta- replico mi madre altaneramente.

- PUES SI TANTO QUERÍAS UNA BUENA POSICIÓN SOCIAL, TE HUBIERAS CASADO CON ALGUIEN RICO E IMPORTANTE TÚ.

Salí corriendo de la casa de mis padres rumbo a el bosque, hacé ya dos años que voy a ese lugar.
Ya hace dos años que descubrí mis dones, la primera vez que los descubrí me asuste.

<< Era una noche de luna llena y me encontraba en mi habitación enfurecida, había escuchado a mis padres hablar sobre venderme a una persona de alto poder, corrí a interrumpir su absurda plática. Mi padre se habia enfurecido tanto que había ordenado que me encerraran en mi habitación bajo llave. Calculaba que ya eran pasadas de las doce dela media noche, puesto que ya no había ni una sola alma.
Estaba sentada en mi cama y sostenía un antiguo dije que mi abuela me habia obsequiado, estaba tan con a entrada observandolo, cuando comenzó a levitar en mi mano, me asuste tanto que pegue un brinco y me diriji a la ventana.
Pensé que estaba loca y volvi a la cama a tomar el dije, lo observe y me consentre aun más, y sucedió lo mismo.
Quise salir por la puerta, pero no la habian abierto, asi que no tuve mas opciones que salir usando el árbol que estaba, junto a mi ventana, corrí a el bosque donde practique por primera vez la levitación con las rocas que se encontraban en el claro de el bosque.
Fue tan impresionante na altura y la cantidad que podía poner en levitación, sin ni siquiera realizar esfuerzo alguno>>

Me encontraba rodeada de la hermosa naturaleza, la cual había llegado a comprender claramente. Había llegado a comprender y desarrollar, otro tipo de habilidades. Ahora no solo podia levitar cosas, podia levirat yo misma, controlaba los elementos naturales y también habia desarrollado la precognición hasta cierto punto.

Entonces fue cuando lo vi, era de mediana estatura, su piel era bronceada, su cabello tan oscuro como la noche misma, y portaba una espada, que reflejaba la brillante luna de esa noche. Su paso era firme y decidido, su porte era bien parecido, algo que no contrastaba con sus ropas.

Eran las ropas eran muy simples.

Me intrigaba demasiado, tuve que dejar de practicar la dominación para que no me descubriera, ya que nadie sabía ni podría saber sobre mis dones o me acusarían de brujería, en estos tiempos ya no se cree mucho en eso pero eran solo dos opciones o me acusaban de bruja o me encerraban y me analizaban.

- Hola, - saludó. Su voz era firme y tentadora.

- Hola,- saludé tímidamente.

- No te detengas con lo que estabas haciendo, por favor, - dijo sonriendo.

No sabía que decir, estaba estupefacta, nadie me había atrapado antes.

- Pero que maleducado soy - dijo acercándose - soy Barack, un gusto.

- Soy Naira, un... un gusto.

Destino ( Ángeles y Brujas )®.     En EdicionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora