Hola, soy Sarah, tengo 16 años y voy a 4° de la ESO. Tengo unos padres que me quieren y un par de buenos amigos en los que puedo confiar.
En principio todo me iba genial, no tenía problemas por lo general hasta que...- Venga, cómetelo, no seas "tiquis-miquis".
- No es que sea "tiquis-miquis" ni mucho menos, lo que pasa es que se ha caído en un charco.
- ¿Pero qué dices? Si ni siquiera ha tocado el agua.
- Ay, bueno, vale, pero solo para que te calles - cogí la galleta, soplé un poco y dudosa me la metí en la boca.
- ¿Qué? ¡No estaba tan mal! Las cosas que hago yo están siempre buenas.
- Mmmh... bueno, tal vez - dije con mirada asesina.
- Si es que encima que te preparo cosas con cariño... emmh... ¿estás bien?
- Estoy un poco mareada... n-no puedo...
Caí al suelo sin poder sostenerme, dándome un fuerte golpe en la cabeza.
- ¡Sarah! Tenemos que avisar a tus padres... - fue lo último que oí antes de perder la conciencia.
Al despertar, vi que estaba en una habitación blanca, en la que había una gran ventana a mi derecha que iluminaba toda la habitación con una leve luz. Me sentía agotada, pero no podía volver a dormirme y a penas podía moverme, tenía el cuerpo prácticamente inmóvil. Me picaba un poco el brazo izquierdo, tenía una vía en la muñeca.
Tenía la puerta entornada, veía personas pasar a paso rápido, oía gente hablando, lloros y algunos gritos lejanos. Una enfermera pasó en frente de la puerta y, al ver que estaba despierta, se detuvo unos segundos mirándome desde el pasillo y se fue por donde había venido.
Cerré los ojos, intentando recordar lo que había pasado, cuando de repente oigo las voces de mis padres acercándose a mi habitación.
ESTÁS LEYENDO
Del revés
Novela JuvenilLa vida de una chica pega un vuelco de un día a otro. Y sí, un vuelco literalmente. ¿Será la única? No, no es la típica historia de la típica chica adolescente que de repente le pasa algo "mágico", no. Esta historia es algo más realista.