Capítulo 3

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-¿No crees que hace frío como para ir así?-Dijo guiñándome un ojo el muchacho del hotel.

Yo fruncí el ceño, me quite la chaqueta de los hombros y se la devolví.

-No hace frío, gracias-dije y me di la vuelta.

-¿No eres un poco dura conmigo?

-Y me gustaría que no me molestase cuando finalizo mis horas de trabajo.- dije girandome.

-Por lo menos déjame acompañarte a casa-dijo con una sonrisa pícara.

Oí un coche pitar, volví para verlo y la ventanilla comenzó a bajar una sonrisa deslumbrante apareció tras ella.

-Ey Krys, sube, te llevo.

-Lo siento Eiden, la señorita hoy se vuelve conmigo-dijo el cogiéndome del brazo.

-Yo no he aceptado- me libré de su agarre y entré en el coche de Eiden.

Este hizo una mueca de disgusto, se puso su chaqueta y dio la vuelta.

-Nos vemos mañana-dijo y comenzó a caminar hacía el hotel.

Eiden subió la ventanilla y emprendió camino hacia el orfanato.

-¿Lo conoces?-pregunté

-Sí, digamos que no tenemos una gran relación-dijo tranquilamente

-Es un verdadero imbécil-dije poniéndome el cinturón

-Sí, lo es – dijo riéndose

-Y Eiden ¿Qué haces tan tarde aun en pie?

-Vengo de una grabación, ya sabes, me estoy quitando el máximo trabajo posible para poder ir a la cena del viernes.

Eiden seguía tan perfecto como siempre, tan perfecto que no podía ser cierto. Nunca había encontrado ningún defecto en él, era educado y empático, no podía comprender como existía alguien como él.

Ninguno de los dos hablamos más durante el trayecto, al parecer ambos estábamos cansados, la presencia de Eiden siempre me había transmitido tranquilidad. Si a la tranquilidad que me ofrecía Eiden le añadimos el calor que hacía debido a la calefacción, el automóvil era realmente confortable.Mis vista comenzó a ser borrosa y mis ojos a cerrarse.

Cuando abrí los ojos estaba ya en mi habitación, no recordaba haber bajado del coche de Eiden y haber entrado aquí, es más aun llevaba la ropa de calle.

Me sentí mal por Eiden, él se había ofrecido a llevarme y yo me había quedado dormida en el coche. Debía disculparme con él.

Busqué mi móvil para ver la hora y había un mensaje, era de Eiden.

"Soy Eiden. Descansa un poco y no te sobreesfuerces, cuídate"

Sonreí,  para mí era un bonito detalle que me hubiese enviado un mensaje.

Sonreí,  para mí era un bonito detalle que me hubiese enviado un mensaje

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Punto de vista de Kyle

Entré por aquellas puertas translúcidas, fui a los ascensores y subí al cuarto piso. Me desconcertó ver salir a un hombre que no conocía de la habitación de Susan. Este avanzó por el pasillo hacía los otros ascensores.

Entre en la habitación y allí estaba Susan mirando por la ventana desde su camilla, parecía algo inquieta.

-¿Ha pasado algo?-pregunté

-¿Cómo estáis?-dijo girándose con una sonrisa

Era una de las cosas que más amaba de mi madre, que siempre tuviese una sonrisa para nosotros pero a la vez me era frustrante porque era su modo de evadir mis preguntas.

-Estamos bien-suspiré-¿Qué ha pasado?-dije señalando a la puerta- ¿Quién es ese que se acaba de ir?

Ella peino un poco sus dorados cabellos y volvió a mirar por la ventana.

-Solo era un viejo amigo, se enteró de que me habían ingresado y ha venido a verme.

-Ya... haré como que me lo creo...

-¡Kyle Donet! No estoy mintiendo- dijo girándose hacía mi indignada

-Vale, vale pero no te enfades que te pones muy fea-dije sentándome a su lado y poniendo mi brazo sobre sus hombros.

-¿Cómo está Krystal?-dijo sonriendo nuevamente- No es muy normal que no haya venido a verme

-Esta algo ocupada, ya sabes trabajo.

¿Cuánto estará trabajando que no puede siquiera venir aquí?-dijo algo preocupada.

-No te preocupes, no permitiré que le pase nada- dije estrechándola entre mis brazos.

No era una mentira, quería protegerla aunque la muy cabezota no se dejase. Quería convencerme a mí mismo de que era de ayuda. En todo este tiempo no había podido hacer nada por ella por lo independiente que era. Había detestado esa parte de ella, es obvio que no es una niña delicada y frágil y que tiene mucha fuerza de voluntad, pero no era bueno tener una pesada carga solo para ti.

-Como me gustaría que tuviese un novio que la cuidase-dijo mirándome.

-Pues pareces estar de suerte, ayer mismo un chico la trajo a casa. Aunque a mí no me cae muy bien.

No es que Eiden sea una mala persona ni nada por el estilo, es una de las mejores personas que conozco pero no me daba muy buena espina por alguna extraña razón, no es un secreto que a Krystal él le gustó durante nuestros años de instituto, pues siempre lo miraba con aquellos ojos esmeralda llenos de un brillo especial, un brillo que yo conocía bien.

-Pero tu sabes que yo no quiero que salga con cualquier chico-dijo ella en un suspiro- Yo quiero que seas tú el que la cuide-dijo sujetando mi mano- No hay mejor chico para ella que tú.

-Yo no decido eso-dije riéndome.

-Yo no decido eso-dije riéndome

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Punto de vista desconocido

-¿Estás loco?- volví a escuchar esa pregunta

-No, no lo estoy- respondí

-¡No pienso dejar que hagas eso, es injusto, es realmente una locura!-dijo el rubio con un tono aún más elevado

-Es la única forma de pagar por mis errores

-¿De qué hablas?-dijo el castaño

-Es algo de lo que me avergüenzo mucho-dije algo triste

-Yo te apoyo en lo que sea, ya lo sabes-dijo el castaño dándome un abrazo-Para eso estamos ¿No?

-Pues yo no lo acepto-dijo el otro cerrando la puerta con furia.

N/A

Bueno un capitulo algo corto pero bastante interesante ¿No creéis? 

El próximo capitulo será más interesante, ya se acerca el viernes.

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