Capítulo 9

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Veía la calle tras el cristal de la estación, el tren se había atrasado y ya comenzaba a sentirme inquieto. Había estado esperando por una hora y para colmo la calefacción de la dichosa estación no funcionaba.

-Kyle, no pongas esa cara, espantas a la gente.-dijo Nick con una amplia sonrisa

No le conteste, continué mirando la pantalla.

-Le vas a hacer un agujero de tanto mirarla-me dio una palmada en la espalda Rick.

-Oh vamos, ¿podéis dejarme en paz?

Ellos se miraron sonrieron y negaron con la cabeza. ¿Qué podía yo hacer contra ese par de granujas? Además desde que Krystal se fue estaban insoportables, no me daban ni un respiro. Todos los días pegados a mí como lapas, como si no fuese suficiente con los pequeños, también tenía que estar pendiente de estos dos niños grandes.

Al fin la pantalla cambio, el tren había llegado. Solté un suspiro y me levante del asiento, uno de los más incómodos en los que me había sentado hemos de admitir. Nos dirigimos a la zona de salida de pasajeros y ya a lo lejos se veía a la pelirroja con una gran maleta y sonrisa de oreja a oreja. Llevaba unas gafas de sol enormes y una gabardina grisácea.

-¡Sammie!-Saludaron con entusiasmo los gemelos.

-Hola chicos ¿Cómo han estado mis pequeñines?-dijo entre risas, se paró y comenzó a mirar a su alrededor-¿Y Tomas? –preguntó.

-En casa-contesté secamente, cogí su maleta y me giré- Bienvenida a casa Samantha.

El camino a casa se hizo rápido con Samantha contándonos acerca de sus viajes. Samantha había vivido con nosotros hasta hacía un año y medio que cumplió su mayoría de edad, desde aquel día no habíamos tenido noticia alguna de ella, éramos muy unidos y no teníamos secretos pero aun con nuestra estrecha relación ninguno se había atrevido a preguntarle de donde saco el dinero para aquellos viajes.

-¿Y Krys? Tengo ganas de verla-comentó.

-Ya no vive con nosotros.

Desde hacía ya un mes, y ni una noticia sobre ella, eso en verdad me cabreaba, había pasado varias veces por las oficinas de la compañía Square&Melt y no la había visto. Tampoco me respondía los mensajes ni las llamadas ¿En que estaría pensando esa niña?

Punto de vista de Eiden

-[...] este basa en las emociones y en los pensamientos que provoca el producto o servicio en el consumidor final.

-Comprendo-dijo apuntando en su libreta Krystal

-Con esto hemos terminado por hoy-le sonreí.

-Gracias a dios-dijo acompañando su frase de un largo suspiro.

-¿Cansada?

-Un poco, hacia tanto que no estudiaba...

-Eres una buena estudiante-la interrumpí- recuerdo que en clase eras una de las mejores. Tengo buenas noticias, hemos terminado con la teoría.

Sus ojos de iluminaron y una gran sonrisa se abrió paso en sus labios.

-Falta que lo llevemos a la práctica, creo que en una semana ya podrás comenzar a trabajar en la empresa.

-¿Todavía una semana? Llevamos ya un mes así, yendo a clases día y noche.

-Y ha sido realmente rápido, aun realmente te queda mucho por saber, pero como base está bien-sonreí-además las clases de conducta y baile son divertidas ¿No?

-Sí-suspiro.

-Vamos-dije cogiéndole la mano-es hora de comer algo.

Y así nos dirigimos al comedor.

Punto de vista de Krystal

Su mano sostenía la mía firmemente. Una vez en el comedor él se sentó junto a mí, con aquella brillante sonrisa, cada día me hacía sentirme más nerviosa, aquellos eran los encantos de Eiden por los que cualquier chica caería, esos ojos zafiro, aquél cabello castaño revuelto, como cuidaba de la gente...Yo ya había caído una vez por él y aunque pareciese increíble estaba volviendo a caer.

-¿Cuando me devolverás mi móvil?-pregunté.

-Cuando no sea una distracción-dijo guiñándome un ojo.

Nuestras conversaciones no eran muy extensas, y siempre iguales, yo tratando de buscar algún tema de conversación y el dando cálidas pero cortas respuestas. Como si disfrutase de aquél incomodo silencio en el que podría jurar que se escuchaban los latidos de mi corazón.

Al terminar de comer Eiden se retiró, pues tenía un ensayo y yo me quede en el salón repasando mis apuntes sobre marketing.

-Se produce un cambio hacia un enfoque orientado al mercado en lugar de un enfoque dirigido... dirigido...dirigido a...

-No es "dirigido a", es "dirigido por el producto o la producción".-Dijo Jack sentándose en el sillón de al lado.- ¿Acaso eres tonta?

-Sí, siento ser tan tonta-dije irónicamente y me volví a centrar en mis apuntes.

-Yo que tu tendría cuidado con Eiden, no le conoces-advirtió mientras miraba su móvil.

-Yo creo que debería tener más cuidado contigo.

-Créeme yo no soy ni la mitad de peligroso-dijo riéndose.

Era la primera vez que veía a Jack reírse así, como si fuese la primera vez que viese su auténtica risa, no esa sonrisa de lado que solía hacer al burlarse de mí.

-Y ¿Por qué dices eso?-Pregunte y en un momento esa risa se esfumo.

-Solo está jugando contigo, pero cuando termine este juego no vas a poder ni llorar.-dijo seriamente.

-Me dijo el jugador-dije irónicamente.

-No me creas pues-dijo encogiéndose de hombros- a mí en verdad me da igual- dijo y siguió jugando con su teléfono.

Jack se había dedicado a burlarse de mi todo este tiempo, y a ponerme trabas a todo lo que hiciese. ¿Cómo iba a confiar en una persona así? Además Eiden se había portado perfectamente conmigo, ni un fallo en su conducta, ni una palabra fuera de lugar.

Jack susurro algo y salio de la sala. De la larga oración que recito para si mismo me pareció entender  "Como si fuese un guion".


Sing My NameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora