¡¿Pero qué...?! ¡Soy un hombre! (Yaoi)

9. Quédate Conmigo.~

Para aclarar, este capítulo será completamente de Saiko, esperó y lo disfruten :3

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Aún recuerdo cuando le había conocido, fue el primer año del instituto. Él siempre estaba sólo hasta que conoció a una chica llamada 'Eichi', siempre estaban juntos y platicando de cualquier cosa o riendo, incluso, en la hora del descanso o almuerzo lo estaban. Para ser sincero en aquel momento sentía curiosidad por él y sentí la necesidad de acercarme aunque fuera sólo para saludar pero nada,  o era capaz de dirigirle la palabra hasta aquel día. Cuando quedamos juntos en un trabajo y proyecto, al principio pensé en pedirle al profesor que me cambiase de pareja pero luego lo pensé con más claridad; tal vez esta era mi oportunidad de acercarme a él sin asustarle así que bueno.

El trabajo en aquel momento iba perfecto, pude conocer muchas cosas sobre Hiiro y el porque casi siempre estaba sólo. Me dijo que era porque le costaba mucho adaptarse a un lugar y que era muy tímido como para entablar una conversación, yo sólo pude reír y le dije de una forma muy amable que podía hablar conmigo y que si era de su agrado hasta podíamos ser muy buenos amigos. Lo bueno de todo ese trabajo, es que después de eso tuve la oportunidad de ser más cercanos el uno a el otro hasta el día de hoy... Pero...

Ahí algo que me inquieta, desde hace poco tiempo para acá e comenzando a sentirme atraído por Hiiro, no se que fue lo que hizo para tenerme así pero con sólo ver su sonrisa o esa expresión de felicidad todo a mi alrededor pasa a segundo plano, incluso a veces sólo me quede embobado viendo su rostro como si fuera la cosa más hermosa en este mundo.

[...]

Lo vi levantarse de su lugar con su ceño fruncido, su mochila y su vaso de gaseosa en la mano para luego salir del lugar. No me dijo nada, ni siquiera una explicación de porque se iba así tan de repente, estuve a punto de llamarlo pero la nueva chica del instituto me detuvo por completo y me dijo que después le llamará para saber la razón de su 'huida', yo asentí pero aún así no estaba del todo seguro, conocía bien el carácter de Hiiro y estaba casi seguro que no me iba a dirigir la palabra por un buen tiempo.

— No te preocupes Saiko, seguro tenía algo importante que hacer.— Me sonrió Palatina, dándole un pequeño sorbo a su bebida.

— Esperó que así sea o la tendré fuerte para después.— No quise hablar más de Hiiro.

Así que las siguientes horas con estas chicas fue entre bromas y cosas sin sentidos, por un momento me olvide por completo de Hiiro pero claro, mi condenada mente parecía no querer dejarlo en paz pues a cada oportunidad que tenía me lo imaginaba con su hermosa sonrisa. Maldecía internamente por no dejarlo en paz pero era inevitable, después de aquellos momentos vividos con Hiiro y su agradable personalidad.

[...]

Llegue a casa un poco tarde y por eso me gane un severo regañó por parte de mi madre pero poco me importó, mi mente se encontraba en otro lugar o mejor dicho con cierto niño de cara bonita. A cada rato me lo estaba imaginando, con su ceño fruncido y sus labios levemente apretados casi nunca se le veía así al menos que estuviese realmente molesto o celoso. En fin, llegue a mi habitación y lo primero que hice fue sacar mi móvil del bolsillo y marca el número de Hiiro, espere un buen rato pero nadie contestaba así que recurrí a los mensajes, creó que le deje más de veintes pero ni siquiera se digno a contestarme.

— No te quiere o a de estar muy molesto.— Mire al frente y vi a Keiko, mi melliza y hermana menor.

— ¿Tú crees?.

— Por supuesto, él se comporta como una chica. Acaso ¿No te habías fijado?.— Preguntó con cierta ironía.

Keiko sabía muy bien de mis sentimientos por Hiiro y había prometido ayudarme si tenía algún problema con él, pero ahora parecía querer torturarme con cada una de sus palabras y bien que lo estaba logrando la condenada enana.