10. Piel contra Piel

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Aclaración: Éste capítulo contiene escenas explicitas y un poco fuertes. Además que será narrado de manera diferente a como se ha venido haciendo a lo largo del fanfic. 

Espero de todo corazón que sea de su agrado. 

[...]


Poco a poco...

La ropa fue desapareciendo, el beso se prolongo y se hizo más intenso. La lengua de ambos se enredó y el sonido que salía de ambas bocas les excitaba más. Era un ambiente único. Las manos de Saiko se desplazaban de forma lenta por toda la anatomía masculina, toco por aquí y por allá con la punta de sus dedos. Hiiro solo podía soltar pequeños jadeos, era su primera vez en esa situación, nunca antes en su vida pensó que eso pasaría... O quizá si, pero dentro de unos largos años. 

El ambiente era casi perfecto, no había nadie en casa y no los iban a interrumpir en el acto. Las caricias cesaron y Hiiro hizo un extraño ruido en señal de protesta, su acompañante sonrió un poco con dulzura mientras que su diestra acariciaba gentilmente su mejilla. 

— Realmente me encanta el tono que tiene tu rostro en éste preciso momento. — sentenció con picardía. 

La mano de Saiko fue directamente hacía la ropa interior de Hiiro y, casi, de inmediato comenzó a acariciar su falo ya con una severa erección. Ésta vez fue un gemido lo que salió de la boca del pelinegro, no podía controlar esas reacciones, salían a flote por si solas y de forma casi inmediata. El castaño por su parte sonrió un poco más ancho, adoraba ver ese rostro ruborizado y con una mueca de profundo placer. 

"Una obsesión... 

Algo que honestamente adoraba con todo su ser."

Saiko fue bajando lentamente, dejó besos y mordidas por todo el torso de Hiiro; marcándolo de esa manera como suyo y de nadie más. Bajó un poco más hasta llegar a su entrepierna y sin decir nada o avisar, quitó la ropa interior que le obstaculizaba y observó el endurecido y rosado miembro de su compañero. No perdió el tiempo, acarició la punta con su lengua y después introdujo gran parte en su boca. 

Escuchó el gemido salir de la boca de Hiiro, eso solo lo prendió más y lo incitaba a continuar con su labor. 

— Para... —evidentemente era la voz de su amado, era entrecortada y su respiración se sentía acelerada. — No podemos... ¡No podemos hacer ésto!. 

Poco y nada le importaba a Saiko. 

Continuó con su trabajo, lo siguió acariciando con sus dientes y de vez en cuando lo sacaba de su boca para poder lamerlo con desesperación. Los gemidos por parte de Hiiro se hicieron más constantes, incluso en un momento llevo sus manos hasta la cabeza del castaño para hacer más profunda la masturbación. 

Todo finalizó cuando Hiiro se corrió luego de prolongadas caricias, la sustancia blanca y viscosa se desplazaba hacía abajo por todo su falo. Bien, ya había terminado la primera parte, ahora tocaba ir mucho más lejos y hacer de aquel chico solamente  suyo. Le abrió las piernas y las coloco a sus costados, su propia ropa interior ya había desaparecido y sólo se notaba su miembro erecto. 

Saiko sonrió una vez más, con ternura, como si nada malo fuese a pasar. — ¿Estás listo?... Estoy a punto de profanarte, Hiiro. 

— No... — contestó el pelinegro desde su posición. El placer nublaba su mente, si, eso era más que seguro. —... Sé que dolerá demasiado. 

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⏰ Última actualización: Feb 10, 2019 ⏰

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