-Argh, maldición... Quién diría que hacer galletas sería tan jodidamente complicado...
Chase ha estado todo el día cocinando y se le da fatal, pero es que ha visto a Kylie comprando galletas de chocolate en la panadería de abajo del edificio; mañana tienen su primera cita y quiere sorprenderla.
La va a llevar de picnic a ese parque tan bonito que descubrió la semana anterior. Piensa ubicar todo frente al lago, para que ella pueda ver los patos, y los peces. Sabe que le gusta pintar, y quizá eso le sirva de inspiración.
Termina de preparar la canasta con todas las cosas para el día siguiente (una manta, las galletas, algunos bocadillos y una botella de vino, entre otras cosas) y se va a dormir con una sonrisa en el rostro.
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En el departamento de abajo, Kylie está probándose todo el contenido del ropero. Está muy nerviosa, no sabe cómo vestirse, no sabe dónde la llevará él. Termina decidiéndose por un pitillo negro y un sweater verde amplio.
Esa noche Kylie no puede pegar un ojo, los nervios no la dejan dormir. Espera que todo salga bien...
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Dos golpes en la puerta la alertan de que Chase ya ha ido a buscarla. Termina de trenzarse el cabello y corre a abrir la puerta.
-Guau nena, estás guapísima...- Ella se sonroja y susurra un gracias que Chase apenas oye.- ¿Vamos?
Salen del edificio y Chase la conduce hacia un auto descapotable azul. Suben y comienzan el recorrido. Después de media hora de viaje, llegan al parque. Él baja la canasta e inicia la marcha hacia el lago, frente al que ubica una manta roja y comienza a sacar el resto de cosas. Kylie se sienta a su lado y comienzan a charlar.
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Ella le cuenta de su infancia y de cómo comienza a pintar; el le cuenta de su pasión por escribir. Ella comenta lo bello que le parece el lugar y lo ricas que están las galletas; él confiesa que le llevó toda una tarde prepararlas.
La tarde se les va entre risas y confesiones. Cuando el sol casi desaparece del cielo, Chase acerca su rostro al de Kylie y la besa. Ella sonríe, es el beso más bonito que le han dado. Al final todo ha salido bien.
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Para ti que no sabes quien soy
RomancePara ti que no sabes quién soy: Yo sí te conozco; de hecho estoy enamorada de ti, pero no me animo a decírtelo personalmente. Por eso te escribo esta carta, para que me conozcas. No soy una acosadora, si eso es lo que temes. Sólo soy muy tímida. ...