Alguien

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Narrador Peter

El domingo paso rápido, me la pasé hablando con los nuevos amigos que hice en aquélla convención. Sin darme cuenta la noche ya había caído, no puedo creer lo divertidos que pueden llegar a ser, eran las 2:00 a.m y tenía que ir al instituto en 4 horas, así que me despedí de ellos y baje a la cocina para tomar el ultimo sorbo de jugo que quedaba y tuve que subir esas tediosas escaleras para llegar a mi cuarto, mientras camino por los enormes y vacíos pasillos, tal vez solo eran grandes, o tal vez la casa heredada por mi difunto padre era demasiado para alguien de mi tamaño. En mi camino me encontré con la habitación de mis difuntos padres, entré, me tire de cara a su cama y rompí en llanto, por lo menos hasta que me quedé dormido.

El lunes me levanté bastante puntual, me lave la cara, me acomode el pelo, que por cierto estaba blanco, hice lo mismo de siempre (intentar sonreír) y salí del baño haciendo un corto trayecto de él hasta mi cuarto, me vestí y miré la hora en mi celular, las 6:00, tenía tiempo, así que decidí hablar con Jack por whatsapp.

Peter: I remember tears streaming down your face...(seguila).

Jack: when I said "I never let you go". Listo, ¿que haces despierto a esta hora?

Peter: Estoy encaminandome a mi sufrimiento (el instituto).

Jack: Oow... yo pensé que te levantaste expresamente para hablarme y empezar el día conmigo.

Peter: jajaja en parte. Bueno Jack, ya llegue al infierno, ¿hablamos cuando salga?.

Jack: si si si, anda tranquilo, hablamos después.

Fin de la conversación

Una vez dentro del salón, el profesor dio comienzo a las clases, unas especialmente raras, empezaron a hablar sobre genética y melanina y blah blah blah, todo eso desapareció de mi cabeza cuando tocó el timbre de receso, tenía que salir de ahí, de la comodidad de la silla y tenía que ver a las estupefactas personas que me consideran un fenómeno, cosa que soy pero de igual manera estaría solo.

Una vez fuera, estaba sentado en un costado apoyado en la pared y leyendo un libro llamado, "Ojos de perro siberiano", hasta que pude ver que una enorme sombra se acercaba y me estorbaba en mi lectura, así que decidí pedirle "amablemente" que se aleje de mí o que se mueva.

-Tu sombra estorba, ¿Podrías moverte para poder leer mejor?- Dije sin quitar la mirada de mi libro.

-Claro, perdón- Dijo el causante de la sombra, pero en lugar de alejarse de mí o algo por el estilo, se sentó a mi lado y apoyo un poco de su peso sobre mi hombro, así que decidí voltear a decirle que no me toque pero cuando logre verle, lo único que pude decir fue...

-Mierda- No podía creer quien era, era el joven que me vio llorando en el baño, el que se robó lo que quedaba de mi corazón -Que estás buscando? No recuerdo haber hablado con vos- dije lo más frío y seco que pude pero podía sentir como mi voz temblaba un poco.

-Nada, solo estabas muy solo y además tengo curiosidad de saber quién va a llorar a un baño como si de una niña se tratara. Ah! Por cierto, me llamo Nicolás- dice el maldito gigante que estaba a mi lado, no puedo creer que me guste. Me levanté de ese lugar y me dirigí hacia otra parte hasta que pude sentir su mano en mi hombro haciendo que me detenga.

-Que carajo querés?!!- Dije ya molesto, intentando parecer intimidante y duro pero con él mirándome, no podía, quería irme a un lugar donde esté sólo, cosa que es irónica puesto que después me quejaría por eso.

-Nada, nada, si no querés tocar el tema, hablemos de otra cosa ¿Si?- Dijo el castaño claro en un tono casi ¿Suplicante? mientras se ponía delante de mi, mirándome fijamente.

-Bien, como digas- mierda que no le podía decir que no a esa estúpida mirada.

Nos pusimos a hablar sobre incordialidades, debo admitir que no estuvo nada mal, resultó ser un chico listo y observador, además de que tenía un humor increíble. Todo estaba bien hasta que llegó esa terrorífica pregunta.

-Y bueno Peter ¿Hay alguien que te guste?- esa pregunta pronunciada por Nicolás, hizo que me paralice, seguramente mi cara en ése momento, era digna de una foto.

-Si, hay alguien- dije INTENTANDO sonar sereno.

-Jajajaja estas rojo!- resaltó Nicolás haciéndome pasar de rojo tomate a rojo manzana. Estaba a punto de decir algo hasta que fui interrumpido por una vos notablemente femenina...

-AMOOOR!!- dijo una pelirroja dirigiéndose a Nicolás.

"No puede ser"
Pensaba mientras Nicolás le hablaba tiernamente a esa pelirroja que a decir verdad, era hermosa pero eso no me hacía olvidar el hecho de que las miradas que se dedicaban provocaban un terrible dolor.

-Creo que debería presentarlos- dijo el castaño casi rubio tomandole las manos a la pelirroja -Peter, ella es mi novia Emilia. Emilia, el es Peter, el chico del cual te hable el otro día- dijo Nicolás haciendo recordar a Emilia lo que sea que le haya dicho.

En ese momento se pudo escuchar un enorme "CLACK" en mi interior, le estreché la mano a la pelirroja, me fuí a buscar mis cosas y me fuí de ese lugar al que llamo, "instituto".

Caminé hasta mi casa y me encaminé hacia la habitación que solía ser la de mis padres, me metí en el armario y las lágrimas no pudieron evitar caer.

-Necesito a alguien- dije en voz alta como si alguien llegara a escucharme pero la ausencia de mis padres hacía que ese lugar se sienta vacío, al igual que yo.

Si tan solo hubiera alguien

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965 palabras, nunca escribí tanto, tal vez no este wow pero... Espero que les guste

De Un Mundo Horrible A Uno No Tan MaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora