3. Los finales trágicos

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Todo lo bueno, se debe acabar una vez...

Mandamos solicitudes para las universidades, en distintas, pero en la misma ciudad. Cuando nos mandaron los resultados, fue la segunda peor noticia que había recibido. Fui rechazada, en la universidad que tanto quería y a él había sido aceptado, yo me quedaría y él se mudaría, lloré por una semana, encerrada en mi cuarto; ahora sabía lo que había sentido mi prima, cuando no le habían aceptado para hacer una especialidad en otro país. Desgarrada, consumida por el dolor, paso mucho tiempo para recuperarme y de nuevo, mandar solicitud para el siguiente ciclo.

La nostalgia, la tristeza y la depresión de estar lejos, uno del otro, nos consumió a nosotros y nuestra relación, hasta que decidimos dejar las cosas así, y que lo nuestro quede en el pasado, muchas veces nos hacíamos daño, así un día discutiendo, salió el tema y lo decidimos, por mutuo acuerdo, dejar las cosas así, recuerdo que caminábamos cuando quisimos dejar las cosas así, cuando nos despedimos y cada quien tomo su camino, no nos soltamos las manos enseguida y después de unos metros, comencé a sentir el vacío y la falta de calor en mi mano, la tristeza se apoderó y reaccioné de lo que había hecho, sólo después de menos de cinco minutos me arrepentí, pero ya no podía dar marcha atrás, ya estaba hecho.

Amor en el lugar más extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora