|Antes de llegar a casa|
Todavía me quedaban algunas calles para llegar a la parada del autobús, pero tenía inmensas ganas de estar en casa. Estaba muy alarmado, no tenía idea de que me estaba ocurriendo. Mi corazón palpitaba aceleradamente, mientras mi cuerpo exhalaba grandes cantidades de líquido.
Ya estaba cerca de la estación, cuando mis ojos no creían lo que podían ver. ¿Cómo podía seguir allí aquella chica?
Me aproximé a ella y expuse.
-¿Qué haces aquí aún? Han pasado dos horas desde que me fui. -dije asombrado-
-Suelo pasear en el descanso del trabajo. -alegó-
Me guiñó sus dilatados ojos y sonreímos.
-¿Trabajas?¿Dónde trabaja una chica tan joven como tú? -cuestioné mientras acentuaba mi sonrisa-
-¡Sí! Soy criminóloga. Trabajó en una empresa para el C.N.I, ósea Centro Nacional de Inteligencia.
-¿Enserio? -pregunté sorprendidamente-
-¿Por qué ha de mentirte? -rebatió amablemente-
-Bueno, me agrada mucho verla trabajar. -respondí al mismo tiempo que apuntaba algo en una cuartilla-
-Gracias, ¡qué simpático! -exclamó-
-Antes de todo, ¿cuál es tu nombre? -pregunté extrañado-
-¡Ah, verdad! No me presenté, me llamo Shay, Shay Mitchell. -alegó-
-Bueno pues yo me llamo Zac, aquí tienes mi número de teléfono por si lo necesitas para algo. -expuse al mismo tiempo que le otorgaba un papel-
Transité a casa sin regocijarme en el camino, era casi la hora de comer. Monté en el autobús y proseguí mi recorrido. Volví a sentarme en el mismo lugar que anteriormente, pero permanecía algo más agotado.
Justamente al introducir mi cartera en el bolsillo, la alarma de mi móvil sonó.
"Entrevista película -Hoy, 18:00h"
¡Dios! Casi se me olvida, no recordaba que tengo una entrevista por la tarde, y es una oportunidad que no me gustaría desaprovechar.
Tengo que comer, echarme una siesta, ducharme, vestirme y acudir a la entrevista.
Minutos después, residía en mi hogar, así que debía principiar la lista de cosas que debía hacer antes de ir a la entrevista.
Primero prepararía algo para almorzar. Cociné un plato fabuloso que extrañaba mucho por mi padre, Nidi di rondine, así lo llamaba él.
Porque yo nunca me acordaba del nombre de ese plato tan exquisito.
Al acabar de comer, miré mi reloj y marcaban las 15h, no obstante enaltecí de la silla, recogí la mesa y raudamente subí las escaleras hasta llegar al lavabo.
Desprendí toda la ropa de mi cuerpo, quedé completamente desnudo y me relajé en el agua. Todo pasó muy rápido, así que tuve que darme mucha más prisa. Me coloqué el albornoz, poco después me arropé, y me trasladé al estudio.
Al entrar por aquella colosal puerta oí aludir mi nombre.
-¡Zac! -recitaba la secretaria-
-Si, aquí estoy. -bramé al mismo tiempo que levantaba la mano.
Entré en el estudio de filmación y allí había una gran joven conocida, Ashley Benson, la actriz con la que grabaría la fortuita película. Estaba excesivamente exaltado, ya que era una película bastante íntima.
El director acomodó varios papeles y los extendió sobre su mesa mientras que afirmaba.
-Bueno, aquí tenéis los pequeños guiones, leedlos y comenzamos el rodaje. -declaraba el director-
Ojeamos los papeles, y los acomodamos sobre un estante situado justo detrás nuestra. Esperamos a la orden del director y emprendimos el rodaje.
Secuencia 1.
Usurpé todo el traje de mi cuerpo, me acerqué a ella y le desprendí el vestido que llevaba. La besé durante le despojaba el sujetador, bajaba poco a poco besándole todo el cuerpo. Mientras ella hurtaba mis bóxer, la agarraba del pecho mientras me tocaba paquete. No tardó en ponerse erecto, fue efímero.
Poco después, me coloqué detrás de su espalda, la empuñé del cuello, y cayó rendida entre mis brazos.
Poco después me ajusté en una butaca, dejó caer todo su cuerpo en mí. Su sudor caía desde su insignificante frente hacia mi vigoroso abdomen. Permanecimos así durante unos minutos.
Más tarde.
Terminé la grabación, y acudí a mi deleitoso hogar. Estaba demasiado molido, así que no cené nada y encaminé al dormitorio, abdiqué toda la ropa que contenía, me ajusté el slip y dejé abatir mi cuerpo en la cama.
