ELEGÍ ESTA CANCIÓN POR QUE SIMPLEMENTE ME TOCA, ME HACE SENTIR ROTA Y COMO EXPERIENCIA ES COMO UNA PERSONA SE SIENTE AL PERDER A ALGUIEN QUE REALMENTE AMA.
FLASH BACK Y EL COMIENZO DE LA NUEVA VIDA
Conducía a lo Schumacher, nuestra discusión se volvía cada vez más fuerte, haciendo que mientras él se molestaba presionará con más fuerza el acelerador “Baja la velocidad, por favor” suplicaba a Calum quien hacía caso omiso de lo que hablaba, sus ojos estaban cristalinos e hinchados “¡Digo que bajes la velocidad por dios!” grité. Volvió unos segundos hacia mí para responder, pero cuando estaba hablando sentí como mi cuerpo salía disparado por el parabrisas.
Unos segundos/minutos –la verdad es que no se cuanto rato me encontré inconsciente– después elevé con un agudo dolor mi cabeza, brazos se posaban en mi y palabras como “tranquila”, “no voltees” y “no te muevas cariño” se repetían mientras contenía gritos ahogados que decían su nombre. La luz de una ambulancia llenó la oscuridad de la ruta, luego de un intento de poder levantarme noté como mi brazo colgaba, horrorizada grité. Busqué con la mirada a Calum, doctores y bomberos rodeaban el auto, luego de eso, una aguja se internó por mi piel y no recuerdo más.
Al despertar mamá se encontraba sosteniendo fuertemente mi mano, mientras una habitación blanca repleta de globos y tarjetas adornaban una esquina. Susurré unas cosas, hasta que mamá suspiro con dolor.
– mi vida, lo siento… lamento ser yo quien deba de informarte– sus ojos avellanas se tornaron cristalinos y eso indicaba de que no era algo bueno. – Calum no fue encontrado, solo se encontró su zapato.
Mi corazón se partió -creo- que en un billón de partes, intenté no llorar, pero me fue imposible, el muchacho a quien había conocido hace 4 años, con quien habíamos hablado sobre la vida que tendríamos por adelante, a quien le entregué mi amor, quien me apoyó en todo momento, había desaparecido…
Los días pasaron, no existió funeral, por que no existía cuerpo, su familia se mudó a una pequeña villa a las afueras de la ciudad, yo, comencé a asistir a un psiquiatra, pesadillas inundaban mi mente echando culpa de todo lo que sucedió.
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Despertar todos los días desde hace dos años con la misma sensación de culpa no se la deseo a nadie, especialmente cuando no has podido avanzar en tu vida, salí de mi colegio, mamá paga algunos cursos privados para que pueda aprender algo, mi rutina se volvió monótona, todos los días a la misma hora del accidente -22:05- prendo velas y lloro. Definitivamente necesitaba bastante ayuda, mi única ayuda masculina provenía de mi “novio” Luke, quien solía explicarme que no es culpa mía lo que sucedió, que tenía que pensar positivamente y que el pasado se debe de salir de mi mente, pero no podía.
– Tu madre me ha dicho que vayamos de compras, pronto es la fiesta de mascaras de los Samuels, somos invitados– susurró cerca de mis labios.
Sacudí mi cabeza, el capto lo que decía.
– vamos Adri, solo una noche, desde hace dos años–suspiró– que no sales a fiestas, solo un baile y volvemos– besó la comisura de mis labios.
–Como desees….
Genial, un bendito baile de mascaras, ni que un milagro que me ponga de ánimos sucediera.