High Voltage [Ben Parish] CANCELADA

II.05

II. Dangerous Woman.

¿Humana? La última vez que confié en alguien que decía ser humano terminó convirtiéndome en el monstruo que soy ahora. 

Se que Hacha tampoco confía en ella. Lo veo en su forma de mirarla, algo así como examinándola. Da pena todo lo que está pasando. El hecho de desconfiar en ella, digo. Pero la guerra nos ha hecho así. Somos como críos que temen prestar sus juguetes. Nos dicen que confiemos en los otros niños pero, aunque queramos, algo nos impide dejarles nuestro pequeño tesoro. 

La insistencia de Tacita ha hecho que la chica termine con nosotros. Aún así, sigo con el arma cargada, esperando a que en cualquier momento, corra hacia nosotros y nos corte el cuello con un cuchillo que esconde en su cuerpo.

—Está claro que no confías en mí.

Todo el escuadrón está unos metros por delante, como una medida de seguridad. No puedo arriesgarme a que alguno muera por ella. Yo camino a su lado, sin dejar de mirarla de reojo, analizando cada movimiento que realiza.

— Puedes hablar, no muerdo.

— Eso aún no lo sabemos.—Respondo cortante.

— ¿Qué tengo que hacer para que me creas? Soy humana, lo juro.— Asegura ignorando mi comentario.

Giro mi cabeza hacia ella e intento no mirarla a los ojos. Observo como delicadamente sube sus manos, se detiene y me enseña que ninguno de sus miembros está cruzado.

—¿Ves? No miento.

— He llegado a un punto en el que no me creo nada de lo que me diga un desconocido.

— Pero yo...

Antes de que termine la frase, la acorralo contra uno de los árboles del camino, apretando con mi cuchillo su estómago. Está paralizada. Lo deslizo lentamente por su cuerpo hasta llegar a mi destino, su cuello.

—Podría matarte ahora mismo. Nadie se daría cuenta. Sólo serias un problema menos.

Noto como tiembla bajo el filo del cuchillo y, con un susurro firme y lágrimas amenazando con salir de sus ojos, me responde:

—Pero no lo harás.

—No me tientes.

Acto seguido, me retiro y sigo caminando, dejándola atrás con la respiración acelerada y tocando su cuello en busca de alguna herida. Segundos después, vuelve a mi lado.

                           
                               [...]

El sol cae y las estrellas se hacen con el poder del cielo. Hacha encontró una especie de cueva entre los árboles y hemos decidido pasar ahí la noche.

—¿Qué hacemos con ella?—Me pregunta Hacha en voz baja para que nadie más se entere.

— La verdad es que no tengo ni idea. Hacha, no confío en ella. No me creo sus palabra, sus sonrisas, nada.

— Yo tampoco. Pero mira a Tacita. Ella no es así. Tiene que haber algo que hace que quiera tenerla a su lado. Zombi... Esto no me gusta.

Me quedo callado. No tengo nada que decir. Me levanto y llamo la atención de todos.

— Dormiremos por turnos. Haré la primera guardia. Tú, chica, ven aquí.

Se acerca y se acuesta en el suelo, encogiendose para conservar el calor de su cuerpo. A los pocos minutos, cae en un sueño profundo y, por lo que parece, muy tranquilo. La paz que desprende causa que mis ojos empiecen a cerrarse poco a poco. Antes de darme cuenta, ya me había dormido.

Por favor, chica. No me decepciones ahora.