Eran las 7 de la mañana, esta vez no despertó por los rayos del sol naciente sino por sus perros quienes se acomodaron perezosamente sobre las mantas haciendo a KyungSoo sentir peso extra sobre su cuerpo, obligándolo a abrir los ojos.
-Conocen las reglas bebes - Murmuró somnoliento mientras se sentaba en la cama y los acariciaba cariñosamente, aunque lo intentara no podía ser severo con ellos, al final siempre terminaba cediendo.
"¿Quién necesita una pareja teniendo a un hermoso, cariñoso y fiel perro?" repetía en su cabeza, y él tenía dos.
Cuando puso los pies fuera de la cama, sus mascotas lo acompañaron esperando por su plato de comida matutino, primera tarea del día en la monótona vida de Soo.
Tras complacer a sus bebes se sentó en la cocina para servirse su acostumbrado plato de cereal mientras observaba el calendario que marcaba la cuenta regresiva a aquella dichosa boda, marcaba el día que dejaría de ser solo él y sus perros, día a partir del cual su casa pasaría de la calma actual a una pasarela de prospectos de pareja convenientes, según su madre, para él.
Kyung era consciente de que no lograría encontrar a alguien con quien ir, ya hacía una semana de la llamada y advertencia de la señora y lo único que podría acercarse a una interacción humana, era la que tenía con aquel desconocido en el parque y de todos los días que se lo encontró, porque cada día estaba allí, sentado en la misma banca, observándolo a detalle como si quisiera descubrir algo de él en cada oportunidad, en ningún momento ninguno de los dos se acercó al otro.
Conducta extraña que el escritor no terminara de dilucidar, pero era demasiado tímido y cobarde para acercarse a entablar algún tipo de conversación.
Por más que aceptara que el observador misterioso era atractivo y que era obvio que tenía algún tipo de interés en él, ¡el sujeto era un acosador! Y no iba a llevar a la boda a alguien así, aún si eso significaba perder contra su omma.
Un golpeteo en la puerta lo hizo salir de sus cavilaciones, se acercó a esta y miró por el pequeño orificio encontrándose a un chico rubio, delgado casi tan alto como el prometido de su primo, vistiendo un traje formal; abrió la puerta solo un poco para dejar ver su rostro al desconocido.
-Buenos días- Saludó manteniendo sus inexpresivas facciones. –Mi nombre es Wu Xi Fan, me envían de la editorial por el avance que nos prometió de su nuevo libro-.
Soo frunció el ceño levemente, no estaba acostumbrado a que personas extrañas tocaran a su puerta y en el trato debía saber con antelación quienes serían los encargados de manejar sus escritos, aun si se trataba del mensajero, debía de conocerlo antes.
-Buen día...- Contestó con voz baja mientras el más alto elevaba una ceja al notar como el escritor lo observaba con desconfianza. -...Perdón pero tenía entendido que Oh Sehun vendría por ellos o eso me indicaron la última vez.
-Mira, solo hago lo que se me ordena, pero si lo prefieres puedes llamar y preguntar, así corroboras mi identidad - Plantea el mensajero con rudeza en sus palabras aun cuando su tono de voz no lo demostrara.
KyungSoo aceptó la oferta sin decir media palabra cerrando la puerta de un golpe, dejando al visitante atónito. Pasaron unos 20 minutos antes de que el pequeño escritor volviera a dar señales de vida al salir de la casa con un atado de hojas de papel perfectamente apiladas unas sobre otras.
–Lo siento, no me avisaron del cambio- Se disculpó con una leve reverencia y estiró los brazos entregándole lo que sería su obra terminada.
Raro pero adorable, así calificaba YiFan al bajito de grandes ojos, tomó el borrador entre las manos con una leve sonrisa, retirándose del lugar poco después de eso.
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TRES MESES PARA ENAMORARTE. (KaiSoo/ChanBaek)
FanficKyungsoo es un escritor reconocido, aunque nadie ha visto nunca su rostro, sus obras llegaron al corazón de miles de personas, y por más que sus relatos proporcionan una lectura fresca y sus personajes son aventureros y vivaces, su personalidad es p...