TRES MESES PARA ENAMORARTE. (KaiSoo/ChanBaek)

CAP IX - TEMORES E ILUSIONES

El día comenzó para KyungSoo con el bendito cucú del reloj de pie que le había regalado su madre que en su particular forma de pensar, era un artículo indispensable en el hogar de cualquier escritor, que brinda un ambiente clásico e inspirador a su mundo de telenovelas.

Claro que tener que oírlo tan de cerca a las 6 de la mañana, luego de haberse desvelado, sin mencionar la tremenda resaca que traía consigo sumado un fuerte dolor de cabeza, básicamente el joven escritor maldecía a la vida entera y no solo al artefacto responsable de interrumpir su sueño, como si no fuera suficiente todo lo citado, una fuerte punzada en la parte baja lo terminaron de despertar al intentar moverse en aquel ya incómodo sofá.

Fue ahí cuando se percató que se encontraba solo, ¿cómo pudo irse así después de lo que habían hecho? se cubrió con la manta tras sentir un frio repentino, de nuevo había caído en el mismo error.

-Soy tan estúpido... - Soo estaba más deprimido conforme pasaban los minutos, sin darse cuenta había albergado esperanzas en el más alto, aunque, a diferencia de la primera vez, de la boca de JongIn nunca salió promesa alguna, él quería jugar y jugaron, vaya que jugaron.

Pero tras un vistazo a su recibidor, su atención se centró en la mesa frente a él, una taza de café, la cual aún estaba algo caliente al tacto "se marchó solo un poco antes de que despierte" pensó mientras sostenía aquel recipiente, al menos había tenido ese detalle con él, miró alrededor con la esperanza de encontrar algo más pero no, ni una nota siquiera.

El sonar del teléfono lo hizo reaccionar, regresándolo de un golpe a la realidad, un golpe que más bien terminó por sentir en su cintura baja al intentar ponerse de pie.

-Kyung, bebé, ¿por qué no contestas? ¿Acaso aún duermes?, bueno, no importa, solo quería reiterarte lo feliz que hiciste a tu madre ayer, ese JongIn es todo lo que esperaba en un yerno, no me importa que sea un chico, me fijé en cómo se miraban y eso no puede ser más que amor.

Mientras oía la voz de su omma a través de la contestadora, Soo no hizo más que suspirar, era su objetivo continuar su vida tal cual estaba y lo había logrado, debería estar feliz por ello, ¿o no?

-! KYUNGSOO! Recuerda que tú y yo tenemos una conversación pendiente...

Los gritos de BaekHyun eran demasiado para su resaca, más aún con aquel agudo tono de voz con el que hablaba, como si lo hiciera a propósito a sabiendas de su estado.

-...pero tendré que esperar a después de mi luna de miel, esto es muy importante como para hablarlo por teléfono, debo verte a la cara para comprobar que no me estés mintiendo...

Su primo parecía estar molesto, no era para menos o eso suponía el escritor, ambos eran muy cercanos tanto que nunca había un solo secreto o mentira de por medio, era algo que debía remediar apenas se dé la oportunidad.

-...como sea, ¡AHHH ESTOY TAN FELIZ! Me siento en el cielo junto ahora, mi Kyung, no sabes de lo que te pierdes, no me dejó dormir en toda la noche y creo que tendrá que llevarme cargando por un buen tiempo ¡pero lo vale! Ay primito no sabes...

-¡Baek! No necesito tantos detalles, ningún detalle, por favor... - ya no soportó más información por lo que se vió en la necesidad de atender la llamada, conociéndolo terminaría por confesar cuantas veces lo hicieron, en que posiciones y hasta la medida de su ahora esposo. Sí, es cierto, no debía haber secretos ni mentiras pero su primo ya llegaba a la exageración.

-! Oh!, ¡VES QUE SI ESTABAS ESCUCHANDO MALDITO!, solo no querías contestarme ¡Mi corazón duele mi Kyungie! Ya no me quieres ¿por qué?, ¿yo que te he hecho?...